Page 197 - 100 años en femenino
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adultas, de sujetos libres que pueden estudiar, trabajar, viajar, opinar, frecuentar tabernas, tertulias y cafés en igualdad de condiciones que sus compañeros varones. Estas escritoras, que contra viento y marea defendieron su derecho a vivir de otra manera, fueron «las genuinas representantes del acceso de la mujer a la sociedad»,9 eran las representantes de la nueva mujer, urbana y burguesa, que iba a abrir, definitivamente, el camino a lo que entonces se llamó « la mujer moderna».10
Entre 1898 y 1936, es decir, en la época dorada de la literatu- ra española que se ha dado en llamar Edad de Plata, el papel esencial de estas mujeres ha quedado, sin embargo, al mar- gen de los cánones literarios y de las historias de la literatu- ra. Solo en los últimos años está haciéndose un esfuerzo por rescatar esos nombres de mujer de la intrahistoria donde han estado olvidadas.11
En los albores del siglo xx, una mujer llega a Madrid proce- dente de Almería, separada de su marido y con una niña pequeña en brazos; llega dispuesta a estudiar y a ganarse la vida como escritora. Es Carmen de Burgos12 (1867-1932), que con el tiempo se convertirá en la famosa Colombine, acreditada periodista y talentosa escritora, prototipo de mujer moderna. En 1902 obtiene una plaza de maestra en la Escuela Normal de Guadalajara y, al mismo tiempo que tra- baja como profesora, una de las pocas profesiones que se consideraban adecuadas para la mujer, empieza a colaborar en los periódicos más influyentes de Madrid, con consejos sobre salud, belleza e higiene para una mujer que, todavía, tiene que mantener a raya cierta idea tradicional de la femi- nidad. Pero es también una acalorada defensora del divor- cio, tema en el que ni siquiera Pardo Bazán se atrevía a opinar. Su literatura está dirigida a un público popular, de hecho su primera novela, El tesoro del castillo, es un tipo de novela corta muy común entre las mujeres escritoras de la época.13 También sus siguientes novelas Los inadaptados, centrada en el mundo rural de su Andalucía natal, y El vene- no del arte, donde trata temas como la independencia de la mujer o la homosexualidad, siguen dirigiéndose a un públi- co muy amplio y mayoritariamente femenino.14 En los últi- mos años de su vida intensifica su trabajo a favor de la defensa de los derechos de la mujer,15 como muestra su libro La mujer moderna y sus derechos, de 1927. Muere en pleno discurso sobre la educación sexual en el Círculo Radical Socialista de Madrid.
198—Mar García Lozano Rutas ignoradas. Mujeres en la literatura y en la música del siglo XX































































































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