Page 127 - 100 años en femenino
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También ofrecían mayores oportunidades educativas y un ocio más variado. La modernización que se estaba produ- ciendo se manifestaba en distintos aspectos, como la mejo- ra de transportes y comunicaciones –automóvil, bicicleta, radio desde 1924–; los cambios en la moda, con una forma más cómoda de vestir, y la práctica de los deportes, restrin- gida inicialmente, en lo que se refiere a las mujeres, a las de la burguesía y la aristocracia, y seguida más tarde por inicia- tivas accesibles a las de clases medias y populares (Folguera, 1987; Aguado y Ramos, 2002).
La modernización también afectó a los modelos de género, pese a lo cual la maternidad siguió siendo vista como el eje de la identidad femenina, y el avance de las ideas eugénicas contribuyó al desarrollo de la maternología, que intentaba promover la maternidad en condiciones óptimas de salud e higiene, mediante la «profesionalización» de las madres para su labor. De la misma raíz eugénica brota la idea de quienes, al considerar la maternidad como deber social ineludible, se oponen a cualquier medida de control de nacimientos, y la de quienes las reclaman como medio para una «maternidad consciente», defendida sobre todo en los medios anarquistas (Nash, 1993; Barrachina, 2003).
La Segunda República y la Guerra Civil
La Segunda República, que constitucionalizó el principio de igualdad entre hombres y mujeres, suprimió algunas de las limitaciones que afectaban al trabajo femenino, por ejemplo al declarar nulas las cláusulas que en ciertos casos establecían el despido por matrimonio de una trabajadora, o al instau- rar el acceso a los empleos y cargos públicos en condiciones de igualdad, según el artículo 40 de la Constitución de 1931, lo que permitió a algunas mujeres acceder a notarías y regis- tros de la propiedad, así como a la carrera diplomática, aun- que subsistieron otras «incompatibilidades», como la que les impedía ser jueces o fiscales. Sin embargo, hubo aspectos en los que la plasmación en leyes y decretos de los principios constitucionales fue más lenta; a pesar de que el artículo 43 de la Carta Magna establecía la igualdad de derechos en el matri- monio, las mujeres siguieron necesitando la autorización marital para desempeñar un trabajo o cobrar su salario hasta 1934 en Cataluña y hasta 1937, ya durante la Guerra Civil, en el resto del territorio republicano. Desde 1932, las leyes per- mitieron el divorcio por mutuo acuerdo, o a petición de uno de
128—Gloria Nielfa Trabajo, salud y vida cotidiana de las mujeres en España durante el siglo xx