Tras su clausura en el Palau Martorell de Barcelona, la exposición «Sorolla. Cazando impresiones» viaja en una versión más ampliada a la Real Academia de España en Roma, que celebra este año 2023 su 150 aniversario (1873-2023). «Sorolla, sprazzi di luce e colore» está comisariada por Blanca Pons-Sorolla, bisnieta del pintor y especialista en su obra, y María López Fernández. La muestra presenta una cuidada selección de su producción, esta vez ampliada, 250 piezas aproximadamente, con una selección de obras de tema clásico o realizadas por Sorolla durante su estancia en Roma, que además pondrán de relieve la influencia que los macchiaioli, que fueron pioneros en la realización de pequeñas manchas o notas de color, tuvieron sobre el pintor valenciano.
La trayectoria de éxitos internacionales de Joaquín Sorolla se cruzó en varias ocasiones con Roma y con la Academia. Desde 1885 a 1889, fue pensionado por la Diputación de Valencia en la ciudad eterna. La importancia de las relaciones de los artistas españoles presentes en la ciudad con los círculos artísticos romanos e internacionales ha llevado a pensar que, durante el periodo en el que el valenciano permaneció en la ciudad, estuvo en contacto con los pensionados de la propia Academia. Por ello, esta exposición se presenta como una excelente ocasión para culminar una investigación con el objetivo de verificar las conexiones entre el gran maestro de la luz, la ciudad de Roma y la Academia.
A lo largo de su vida, Joaquín Sorolla pintó cerca de dos mil óleos sobre cartón, tabla, papel o trozos de lienzo de muy pequeño tamaño -no exceden de los 20 x 30 cm-, que él denominaba «apuntes», «manchas» o «notas de color». Este formato, protagonista de esta exposición, fue cada vez más utilizado a lo largo del siglo XIX, ya que permitía recoger con rapidez ideas o impresiones, más allá de un simple boceto.