Page 388 - El rostro de las letras

ENTRE DOS DICTADURAS
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fotógrafos. Entonces trabajaron juntos los miembros de dos gene- raciones encarnadas en las sagas de los Merletti y los Brangulí, en Barcelona; los Alfonso y Campúa, en Madrid; los Vidal, en Valencia; y los Pacheco, en Vigo. La presencia de los literatos se multiplicó
de una manera significativa en las planas de la prensa ilustrada. El día 3 de mayo de 1931, menos de un mes después de proclamada la República, Crónica publicaba un amplio reportaje titulado “Plumas al servicio de la República”, en el que el veterano periodista Roberto Castrovido pasaba revista a los periodistas y literatos que más se habían distinguido en la “tarea al servicio de la más exaltada demo- cracia, desde los primeros días de la Restauración”. El semanario incluía sus retratos, desde Clarín, José Nakens, Joaquín Dicenta, Mariano de Cavia, Luis Bonafoux, Luis Morote. Alfredo Vicenti, Alejandro Lerroux, Luis de Tapia, Antonio Zozaya, Félix Lorenzo y Blasco Ibáñez, hasta el propio Castrovido, al que Piortiz retrató en su mesa de despacho, junto a su inseparable muleta de madera. “Vea
A la salida del histórico acto celebrado en el paraninfo de la Universidad con motivo de la Fiesta de la Raza, en el que mantuvo un duro enfrentamiento con el jefe de la Legión, Mi- guel de Unamuno fue violentamente increpa- do por un grupo de falangistas. A su izquierda, el obispo Enrique Pla y Deniel. Fotografía de Ángel LASO. Salamanca, 12 de octubre de 1936 (Colección Justo del Valle)