Page 354 - El rostro de las letras
P. 354

TIEMPOS NUEVOS 337
  Cecil Beaton en Londres, List en Viena y Nicolás Muller en Madrid. Tras su retorno definitivo a España, Portillo, Alfonso y Santos Yube- ro fueron testigos privilegiados de su histórica reaparición pública en el Ateneo de Madrid (1946), cautivo y desarmado, avejentado y como disminuido ante el crucifijo y el busto del dictador, que presidían
la sala. Entre este momento postrero y el gesto arrogante de 1900, habían corrido ya muchas aguas bajo los puentes de la patria. Lásti- ma que las cámaras no pudiesen registrar su firme y prodigiosa voz, “como de barítono granado”, que tanto apreciaba Pla.
En las antípodas de Ortega, Gregorio Marañón (Madrid, 1887-1960), fue siempre persona popular y querida, que despertó la atención de los fotógrafos, tanto como médico y hombre de letras, como por su condición de personaje público, conferenciante, académico y político ocasional. La cantidad de retratos fotográficos suyos que conocemos es abrumadora, desde las imágenes conservadas de sus años de in- fancia y adolescencia, su presencia en las universidades españolas y alemanas, durante el ejercicio de su profesión –magnífica la fotogra-
Entre estas dos fotografías han pasado unos quince años. Las dos son de autor descono- cido, y en ambas trata de imitar Ortega una célebre fotografía de Balzac. (Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón)
 José Ortega y Gasset Era un hombre bajito, uno de esos hom- bres que parece que tienen que llevar unos tacones una pizca más altos que los corrientes. La frente es alta y vasta, prominente, los ojos matizados, de una movilidad sorprendente .
JOSEP PLA




























































































   352   353   354   355   356