Page 335 - El rostro de las letras

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da por sus hijos, Diego (Almería, 1882-Madrid, 1919), y Antonio Calvache Gómez del Mercado (Córdoba, 1896-Madrid, 1984). Tras
la prematura muerte de Diego, fue Antonio el que se hizo cargo del negocio familiar en 1919, en la Carrera de San Jerónimo. Nacido en Córdoba, donde practicó las técnicas pictorialistas, se hizo célebre por sus fotografías de salón y de íntimo boudoir, logrando reunir en poco tiempo una notable galería de literatos. Su hermano José trató de desvincularse de la firma paterna, instalándose con el seudónimo Walken en una Fotografía en la que realizó cientos de retratos de vedettes. Ya en 1923 se instaló en Madrid Cristóbal Portillo (1898- 1957), que llegó a alcanzar un apreciable reconocimiento profesional, que atrajo a su galería a personajes de la Dictadura primorriverista
y la Segunda República, como Manuel Azaña, Julián Besteiro y los hermanos Quintero.
Entre los retratistas de provincia destacaron Vicente Gómez No- vella, en Valencia; Gustavo Freudenthal, en Zaragoza; Venancio Gombáu, en Salamanca; Jaime Pacheco, en Vigo; José Reymundo, en Cádiz; y Joaquín Pintos, en Pontevedra. Gómez Novella (1870- 1956) procedía del campo de la pintura. En los días postreros del siglo XIX estableció un lujoso estudio en su ciudad, por el que pasa- ron Blasco Ibáñez, los hermanos Benlliure y un sorprendente Max Aub, recién salido de la adolescencia 64. Jaime de Sousa Guedes Pacheco (1878-1954) se residenció en Vigo, en 1915, en una Foto- grafía que había sido del italiano Prósperi. Retratista y reportero
a partes iguales, llegó a reunir una importante galería de artistas
y escritores galllegos, como Carlos Maside, Ramón Cabanillas, Vicente Risco y Alfonso R. Castelao. Joaquín Pintos (1881-1967) se había iniciado en la fotografía en 1894, como aprendiz de Francisco Zagala. En 1900 inauguró su popular estudio en Pontevedra, y diez años más tarde comenzó a colaborar en la prensa gráfica, en la que publicó cientos de reportajes y retratos de los grandes personajes de su tierra. En Zaragoza trabajó Aurelio Grasa (1893-1972), pione- ro de la fotografía deportiva y apreciable retratista y reportero. En 1910 se vinculó profesionalmente al Heraldo de Aragón, sustitu- yendo a Gustavo Freudenthal, que había destacado por sus aprecia- bles retratos de las personalidades que visitaban Zaragoza, como Pío Baroja y Pérez Galdós. En 1911 realizó un recordado reportaje del sepelio de Joaquín Costa, que ocupó la portada de ABC, el día 12 de febrero de 1911. Menos conocida es la labor de José Reymun-
64 Catálogo de la exposición Vicente Gómez Novella. Retratos, 1902-1925. Comisariado y textos de Concha Baeza, Obra Social de la CAM, Valencia, 2008.