Page 328 - El rostro de las letras

TIEMPOS NUEVOS
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de arcángel y la sonrisa candorosa que exhibía en las fotografías, como en uno que tomó en Niza A. Well, en 1924, que nos muestra al escritor junto a Consuelo Saint Exupéry, frágil como una muñeca, con la que acababa de casarse. Para entonces, los retratos de escritores, los reportajes sobre su vida y su muerte, sus viajes y la edición de sus últimas obras, llenaban muchas planas de los semanarios gráficos, que interesaban por igual a los públicos ilustrados y a la gente igno- rante. A veces, los escritores llegaban a las secciones de sucesos, como en el caso de la muerte por cuestiones de amor del escritor Luis Antón del Olmet, a cargo de Alfonso Vidal y Planas, dos segundones que alcanzaron cierta celebridad por aquel suceso espeluznante. Los retratos de ambos, las imágenes del entierro y del proceso judicial que se siguió contra Vidal y Planas se multiplicaron en las páginas de la prensa, dado el “interés excepcional del suceso por la calidad de la víctima y del procesado y por las circunstancias en que el hecho se efectuó”, como se lee en la edición de Mundo Gráfico del 14 de mayo de 1924. El propio Vidal y Planas supo sacarle partido a su proceso en narraciones cortas que tuvieron un éxito fugaz, como el que entonces alcanzaba cierta literatura de arrabal.
Todavía permanecían inmutables los viejos cafés, como algo consus- tancial a unas ciudades que se esforzaban por mantener su antigua vida social y peripatética. A pesar de que el noctambulismo andaba ya de capa caída, aún seguía siendo Madrid la capital de las tertu- lias, como anotó Josep Pla cuando llegó a la ciudad, en las vísperas primorriveristas. En el café Regina se enteró el escritor del asesinato
Antón del Olmet era un segundón fijo en las tertulias de la editorial Renacimiento,
en la madrileña calle de San Marcos. Según todos los testimonios, era hombre de más mérito que su asesino, Alfonso Vidal y Planas, quien, en un arranque de orgullo, mató a Olmet. Por lo que tuvo de novelesco, aquel cri- men ocupó cientos de planas de la prensa del día, que publicó las fotografías de los dos es- critores y las imágenes del entierro de Olmet, el 14 de mayo de 1924. (Archivo Monasor)