Page 317 - El rostro de las letras
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    300 LA MÁSCARA DE LAS LETRAS
  Josep Maria de Sagarra, “ojos de un negro azulado de antracita, des- nudos y golosos para absorber de arriba abajo la pincelada esencial de toda cosa viviente”.
En otra de las lenguas peninsulares se expresó el gran poeta civil Curros Enríquez, el más alto referente del Rexurdimento, junto a Rosalía de Castro. Los que le conocieron le recordaron como un hombre recto, fiero si era menester y terso como una espada. Una tragedia familiar le obligó a tomar los caminos del mar, buscando en Cuba el olvido y quizás la muerte. De ahí ese gesto sereno, afligido y dulce a la vez, que descubrimos en sus retratos. De ellos, los mejores
OTERO Y COROMINAS. Curros Enríquez en La Habana, hacia 1895 (Real Academia Galega. Arquivo)
AVRILLON. Manuel Curros Enríquez, sen- tado, con los miembros de la comisión en- cargada de su homenaje, Urbano González Varela, Manuel Casás y Alejandro Barreiro. A Coruña, octubre de 1904 (Real Academia Galega. Arquivo)






























































































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