Page 283 - El rostro de las letras
P. 283

    266 LA MÁSCARA DE LAS LETRAS
  Mairena, que se publicó en el frontispicio del libro homónimo, en 1936. Entre medias, a don Antonio le retrataron Ricardo Baroja, con el que coincidió en la redacción de Alma Española; Joaquín Sorolla, que le incorporó a la galería de escritores que le encargó Huntington para la Hispanic Society y Daniel Vázquez Díaz, que ilustró la versión en prosa de La tierra de Alvargonzález, corriendo el año 1912, en París. También buscó Machado en sus años segovianos, los que van de 1911 a 1931, la compañía de artistas como el pintor e ilustrador Eugenio de la Torre y el escultor Emiliano Barral, hijo y nieto de canteros, que murió en el frente defendiendo la República. A él le dedicó Machado estos versos: “Y tu cincel me esculpía/ en una piedra rosada/ que lleva a una aurora fría/ eternamente encantada”.
Pero, quizás, las imágenes mejores de don Antonio, las más llamadas a perdurar, se las debemos a los fotógrafos, desde el candor juvenil de los breves días sorianos, hasta sus primeros paseos por Madrid y su ocasional presencia en la tertulia del antiguo Café Colonial, donde
Dos retratos de Antonio Machado de autor desconocido, en sus días de profesor de fran- cés del Instituto General y Técnico de Segovia. (Archivo Monasor)
 Antonio Machado Es serio, ensi- mismado, descuidado en su atuen- do, con manchas de ceniza en su traje viejo y raído; es también grave, silencioso, arrastrando los pasos como una cadena.
RAFAEL CANSINOS ASSENS





























































































   281   282   283   284   285