Page 192 - El rostro de las letras

retratista en un lujoso estudio de la calle de Alcalá en 1905, el futuro Káulak, que siempre tuvo un certero instinto para las ganancias urgentes, intuyó pronto el posible éxito comercial de los versos de Campoamor, y en 1902 puso a la venta doscientos mil ejemplares de estas imágenes, que alcanzaron una espectacular difusión. Si hemos de creer al propio Cánovas, entre 1902 y 1905 vendió de las Doloras ciento ochenta mil colecciones de diez tarjetas, al precio de 1,50 pesetas. La celebridad de la serie fue tan grande en el Madrid de
la Regencia, que otros fotógrafos tan alejados del ideal pictorialista como Alfonso, no pudieron vencer la tentación de realizar ellos su propia versión de aquellos versos memorables. Y lo mismo hicieron Julio García de la Puente y el propio Franzen, que comercializaron con éxito horrorosas escenificaciones de La Puchera, de José María de Pereda, La barraca, de Vicente Blasco Ibáñez y Al natural, de Jacinto Benavente.
La moda de las escenificaciones literarias había nacido ya en los años remotos del pictorialismo victoriano, cuya influencia sólo se dejó sen- tir entre los pictorialistas españoles con más de medio siglo de retraso. Un buen ejemplo lo encontramos en la recreación fotográfica de Don Quijote de la Mancha, perpetrada en 1905 por el aristócrata cántabro Luis de Ocharán (Bilbao, 1858-1926), cincuenta años después de que el conocido fotógrafo británico William Lake Price hiciese pública su conocida obra Don Quijote in his study, y diez años más tarde de las
Página anterior: Tarjetas postales con el re- trato de Pardo Bazán, Blasco Ibáñez, Vázquez de Mella, Teodoro Llorente. Fotografías de KÁULAK, Antonio GARCÍA Y BARBERÁ MASSIP. Hacia 1910 (Colección Concha Baeza-Josep Vicent Rodríguez)
EL OJO DE LA HISTORIA
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En plena moda de las escenificaciones litera- rias, Luis DE OCHARÁN realizó la recreación fotográfica del Quijote, que tuvo mucho éxito en su tiempo, publicado en el semanario Nue- vo Mundo. 1905 (MECD, AGA, Fondo MCSE)