Page 42 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook

Anónimo
Manuel Azaña
en el Colegio Complutense de Alcalá Fotografía, 1888
Ministerio de Cultura y Deporte. Archivo General de la Administración, Fondo Medios de Comunicación Social del Estado. 33-02972-00027-007
local La Cuna de Cervantes, que destaca los sobresalientes obtenidos por don Manuel Azaña Díaz. La abuela doña Concha decide enviarlo con los agus- tinos del Monasterio de El Escorial para que comience la carrera de Dere- cho, tradición familiar: “Tú te vas a ir con los frailucos, nieto –me dijeron al acabarse aquel verano”. En el otoño de 1893 marchará como becario al Real Colegio de Estudios Superiores de El Escorial. Paradójicamente, aleja- do del ambiente extraño y represivo que se respira en el hogar familiar, esos cuatro años de internado supondrán para él no solo una crisis de identidad, sino todo un ejercicio de libertad. Atrás quedará su ciudad, a la que tratará de esbozar desde la distancia, aunque con ciertos tintes sombríos:
Restos de la tradición literaria complutense aleteaban en mi pueblo al declinar el siglo diecinueve. Juristas viejos, imbuidos de humanidades; algún hidalgo desvencijado, sin dos adarmes de meollo, recitador de Horacio; labradores ricos que empezaban en su mocedad a cursar “es- tudios mayores”, escribas de la curia toledana; y un canónigo, el último catedrático de la Universidad, que murió de un atracón de sandía..., mantuvieron en Alcalá el culto fervoroso de los antepasados. No vivían en su tiempo; el mundo no rodaba desde el día mismo que la Universi- dad de Cisneros se cerró.
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