Page 25 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook
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de la República. Los cuerpos y unidades del ejército que se han mante- nido fieles al régimen, la Guardia Civil, otros institutos gubernativos, la aviación republicana [...]; las muchedumbres populares [...]. Ayudad al Gobierno. Seguid sus indicaciones. Aunad vuestros esfuerzos [...]. Contad conmigo13.
A pesar de su íntimo convencimiento, no abandonará su responsabilidad durante todo el conflicto y pronunciará cuatro grandes discursos que refle- jan claramente su pensamiento: en el Ayuntamiento y en el Paraninfo de la Universidad de Valencia (21 de enero y 18 de julio de 1937), en el Ayun- tamiento de Madrid (13 de noviembre de 1937) y en el Ayuntamiento de Barcelona (el 18 de julio de 1938); este último será su testamento político. De dos de ellos se han rescatado para la Exposición imágenes hasta ahora no muy conocidas, que se conservan en el Archivo histórico de la Filmote- ca Española y RTVE, además de grabaciones de la proclamación de la República, del discurso de Comillas, o de la visita a las industrias de guerra durante la Guerra Civil, entre otras.
El material audiovisual es, sin duda, una de las grandes aportaciones de esta muestra que ha rastreado, además de fondos españoles (Archivo histórico de la Filmoteca Española y RTVE), fondos europeos: Imperial War Mu- seum (Londres), donde se conservan la imágenes de la visita de Azaña al frente francés en 1917; British Pathé: Dolores de Rivas Cherif en un hospi- tal de sangre; Austrian Film Museum (Viena): imágenes del ambiente elec- toral en febrero de 1936 o de la toma de posesión de Azaña como presiden- te de la República; y americanos: British Movietone AP Archive, que conserva grabaciones de la votación que convierte a Azaña en presidente de la República, imágenes de la Guerra Civil o de Azaña en París en 1939.
El final de la guerra y la derrota de la República abocaron a Azaña, como a miles de españoles, a un duro y en muchos casos irrevocable exilio que se inició en tierras de Francia. Desde su salida de España, el 5 de febrero de 1939, siempre perseguido por los agentes de Franco, la policía de Vichy y la Gestapo, pasará por diferentes alojamientos en el país vecino: Collonges-sous-Salève (La Prasle), Pyla-sur Mer (El Edén), cada vez más enfermo y desasosegado, hasta acabar en una habitación del Hôtel du Midi de Montauban, la pequeña ciudad del suroeste francés donde pasará sus últimos días. El 27 de febrero de 1939, ya sentenciada la causa republicana por el reconocimiento de Francia y Gran Bretaña al gobierno franquista, envía su dimisión al presidente de las Cortes, Diego Martínez Barrio. La carta manuscrita y los telegramas que la acompañan, así como las razones que la motivan, se conservan en el Archivo Histórico Nacional y también han sido rescatados para la ocasión14.
La decadencia física de Azaña va paralela al desencadenamiento de la Se- gunda Guerra Mundial. El 1 de septiembre las tropas alemanas invaden
13 Azaña, Manuel, “Palabras de aliento y gratitud a los defensores de la Re- pública”. Alocución radiada, 23 de julio de 1936, en OC, ed. cit., vol. 6, pp. 3-5.
14 Carta de dimisión de la presidencia de la República, dirigida por Manuel Azaña a Diego Martínez Barrio, Collonges-sous-Salève, 27 de febrero de 1939. AHN- Signatura: DIVERSOS MARTÍNEZ_BARRIO, 26, exp. 111, N. 2-3a, 3b.
24 ángeles egido león y jesús cañete ochoa