Page 86 - Intermedios
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- Del capitán del Hispania.
- ¿A quién deberé agradecer este auxilio supremo? -Mi nombre no importa nada.
- Capitán, yo le ruego: deseo saber su nombre.
- Mi nombre es Pedro Maíllo...
En alguna parte, en el espacio y en el tiempo, cuatro paredes, que forman una estancia: y otras cuatro pare- des, que forman otra estancia. Hay un cielo azul; azul unas veces gris otras, y a veces también por él cami- nan, lentas, unas nubes blancas. En la inmensidad de afanes humanos, en el torbellino inmenso de azares de la Humanidad, estas cuatro paredes en un lado, y las otras cuatro paredes en el otro, guardan como en unos casilleros herméticos, los afanes y los azares de dos vidas.
En medio de la vorágine de alegrías y de penas-de eternidad a eternidad; de la eternidad del pasado a la eternidad de lo futuro-, estos dos cubos de paredes blancas, cerradas, contienen, un instante, un segun- do, entre las dos eternidades, el alentar de dos vidas. Arriba el cielo, con su inmensa cantidad de universos, iguales al nuestro. Enturbiándolo todo materia y espí- ritu, el misterio. Y en el planeta, frágil, deleznable, es- tos dos cubos fugaces de cuatro paredes en una parte y cuatro paredes en otra. En uno de los casilleros, un hombre, Pedro Maíllo sufre la tortura de los celos. Su vida va ser aniquilada. Después de caminar tanto por el mundo, de luchar tanto, un poco de felicidad había llegado hasta él; ahora la felicidad comienza a disipar- se. Sí; Pedro sufre la tortura de los celos. En el ámbito de las cuatro paredes, poco a poco va experimentando toda la amargura de su desgracia. Las cuatro paredes contienen, repesan, guardan meditaciones dolorosas, abstracciones de profunda melancolía, momentos de ira, cóleras terribles, desesperanzas, proyectos fuga- ces de suicidio. El cubo de los muros herméticos, entre la vorágine de las muchedumbres, sobre el planeta frá- gil, marcha-durante un segundo--, hacia la eternidad.
En el otro casillero de paredes alienta la alegría, la vo- luptuosidad, el contento de vivir. Juan Griñón no sabe quién es esta mujer que le proporciona la felicidad, una felicidad pasajera. Pasajera, sí, pero no por eso menos intensa, menos cierta. El azar de la vida ha he- cho que estos dos seres se encuentren. no sabe nin- guno nada del otro. ¡Y qué importa! Lo que importa es la dicha y el amor. Arriba, cielo azul, gris, surcado por nubes blancas. Detrás y delante, la eternidad. Y en los
dos casilleros se desenvuelve, durante un segundo, la vida, la vida de dos seres, de tres seres, sobre el pla- neta frágil. un día, la satisfacción es honda, gratísima, entre las cuatro paredes de los amantes. Diríase que en el tiempo y en el espacio ha cristalizado, por mi- lagro único, la felicidad. Será un momento nada más; la vida continuará después con su mezcla de alegrías y de pesares; pero en este minuto, nada hay que em- pañe la limpidez de esta cristalización. El silencio, la paz, el contentamiento interior de los dos amantes, la perspectiva risueña de lo por venir, la evocación grata de los comienzos del impuro amor, la salud de los dos amadores, todo, todo, en fin, hace inmenso y único este amor.
Y de pronto, en la paz deliciosa de este momento, en el silencio maravilloso, rompiendo la exquisita vo1uptuo- sidad, suena un disparo. ¿Ha sonado en la habitación inmediata en la escalera, en la calle, bajo los balcones? un hombre ha caído muerto; se ha matado él mismo; se llama Pedro Maillo.
El péndulo-en lo Infinito-ha ido de la derecha a la iz- quierda, de la izquierda a la derecha fatal e inexora- blemente. Y ahora ha traído la muerte para uno ele los dos seres que su marcha inexorable unía.
CURIO- SIDA- DES
CARCEL
La carencia de cuartos de alquiler en Worcester, In- glaterra, viene siendo tan grande, que la antigua cárcel ha sido transfor- mada en viviendas, por las que se abona sema- nalmente una corta can- tidad. Hasta hoy alberga a diez y ocho familias. Las celdas conservan todavía su antiguo estado, con los barrotes de hierro en las ventanas.
   ePiLePsia
o accidenTes nÉrViosos
Se curan radicalmente, por antiguo que sea el pa- decimiento con el infalible JARABE AnTIEPILEPTICO. Los efectos son inmedia- tos siguiendo el plan in- dicado en los prospectos que se facilitan gratis en la farmacia.
SECCIón DE RuMORES
SE DICE:
que ha sido leída, a la Empresa de Pavón una zarzuela de Vaquero y Juristo, con música del maestro Arejita.
- que la obra fue un éxito de lectura
que para la próxima temporada de operetas de Maravi- llas ha sido contratada la bella y excelente tiple Teresita Silva y el notable barítono Andrés García.
que Ramón Alonso está formando una compañía para hacer una turné.
- que ésta empezaría por Andalucía.
que uno de estos días saldrá para Galicia la baila tiple Maruja González.
- que después de descansar unos días en aquellas tierras dará una serie de conciertos.
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