Page 12 - Gaudí. La búsqueda de la forma
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18 INTRODUCCIÓNCon aquella iniciación nos adentramos en la lectura del libro de Martinell, definitiva para acabar de abrir un amplio horizonte y desvelar un gran interés por conocer a Gaudí en profundidad, tanto en la dimensión más externa de su obra como en la razón de ser de todo lo que la sostiene y estructura. Años más tarde, en otro libro de Marti- nell, Gaudí i la Sagrada Família, comentada per ell mateix (1999), descubrí el texto «Ensenyament de la geometria per la visió», en el que el autor recordaba cómo Gaudí explicaba todas las proyecciones del paraboloide hiperbólico jugando con listones e hilos de colores con los que construía un instrumento que, puesto de una forma determinada en la trayectoria de un rayo de sol, proyectaba las sombras de la figura. Llegado ese pun- to, Martinell preguntaba, parafraseando a Gaudí: «¿No sería bonita una gran geome- tría explicada así?». Y subrayaba que esa forma de hacer las cosas al mismo tiempo que se ven permite que no se olviden nunca: «Es la mejor demostración; cuando uno ha visto algo, dice: “Sí, es cierto, yo lo he visto”. Cuando en matemáticas queda demos- trado algo, se dice que “es evidente”. La “evidencia” es a los ojos del espíritu lo que la “visión” a los del cuerpo». Se trata de una teoría muy próxima a la que años después formularía Rudolf Arnheim (1986, 1999), que afirmaba que todo lo que se percibe visualmente es pensamiento; los razonamientos, intuición, y la observación, invención.Cabe señalar que experiencias y estudios posteriores me ayudaron en ese proceso de visualización de la obra de Gaudí y reafirmaron mi voluntad de conocer su génesis, los métodos que seguía el arquitecto y los resultados que consiguió. En ese sentido,quiero destacar los libros de Joan Bergós (1954, 1965) y de Isidre Puig Boada (1952, 1976), los ensayos posteriores de Joan Bassegoda (1989, 1992) y, sobre todo, la miscelánea Gaudí, rationalist met perfecte materiaalbeheersing, del Gaudí-groep Delft, publicada por la Universidad de Delft en 1989, pero también la memoria Das Modell (Tomlow, 1989) y La Sagrada Familia. De Gaudí al CAD (Gómez-Serrano, 1996), editados por la Universidad de Stuttgart (1989) y la Politécnica de Cataluña (1996), respectivamente. El mundo interior gaudiniano se hace mucho más difícil de entender, aunque las descripciones sean muy precisas y ajustadas, sin esas contribu- ciones, y algunas más, como la del libro L’últim Gaudí (2000), de Jordi Bonet, que reco- ge la tradición del taller de Gaudí y la documentación preexistente, y nos descubre las leyes de proyecto y de construcción que rigen el proyecto de la Sagrada Família.Tabicados huecos: bases para las dimensiones de las bóvedas y cubiertas del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia (1965), de Joan Bergós, arquitecto y colaborador de Gaudí, es uno de los estudios más interesantes que se han escrito sobre los aspectos técnicos y constructivos de la obra de Gaudí.