Page 195 - El arte del poder
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  fig. 48
Juan Pantoja de la Cruz,
Portrait of Philip Emmanuel, Prince of Savoy, c. 1604.
Oil on canvas, 111.5 x 89.5 cm. Bilbao, Museo de Bellas Artes. See cat. 61
Juan Pantoja de la Cruz, Retrato de Felipe Manuel, príncipe de Saboya, hacia 1604. Óleo sobre lienzo, 111,5 x 89,5 cm. Bilbao, Museo de Bellas Artes.
Véase cat. 61
fig. 49
Bartolomé González, Luis Lasso de la Vega, Count of Añover, 1619. Oil on canvas. Cuerva, Toledo, Iglesia de las Carmelitas.
See cat. 50
Bartolomé González, Luis Lasso de la Vega, conde de Añover, 1619. Óleo sobre lienzo. Cuerva, Toledo, Iglesia de las Carmelitas. Véase cat. 50
camos a la desaparición de las armaduras de los campos de batalla por el desarrollo de las armas de fuego y a la caída en desuso de los juegos caballerescos cortesanos de los siglos ante- riores. En ese momento parece primar el carácter simbólico de la armadura como tal frente a la tendencia del siglo ante- rior, según la cual su prestigio derivaba de su vinculación a determinados hechos.
El recurso a la colección es sorprendente desde el momen- to en que para acceder a sus fondos era necesaria una autori- zación expresa. Los retratos demuestran que los pintores tení- an acceso a la misma, situada apenas a cien metros de la fachada principal del Alcázar. No tenían más que cruzar la plaza que separaba ambos edificios para disponer de un inigua- lable repertorio de todo tipo. A pesar de ello, la colección era objeto de un estricto control, como demuestran la documen- tación contemporánea de la Real Caballeriza, de la que depen- día, y sus inventarios entre 1594 y 1652. Recordemos en este
members of the royal family, or even for other iconographic themes. This usage brings a new dimension to the study of the relationship between the collection and court painting, and this facet became more marked as armor gradually disappeared from the battle field owing to the development of firearms and the decline of the courtly chivalric games of the previous centuries. At this point the symbolic nature of armor appeared to predominate over the trend witnessed in the previous century, whereby its prestige was derived from its relationship to certain events.
It is surprising that the collection should have been used for this purpose, since express permission was required to obtain access to the holdings. The portraits show that painters indeed had access to the collection, which was located scarcely a hundred yards away from the main façade of the Alcázar palace. They had only to cross the square between the two buildings to have at their disposal a
194 la real armería en el retrato español de corte




















































































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