Page 96 - I estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra
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2 HUGUA. EL PERIODO COLONIAL
canto. Asimismo, «dahgi», que Freycinet traduce como «frustrada», equivale a «dagge» en el chamorro actual, una palabra que se utiliza para designar al taro –o a cualquier otro tubérculo– que está demasiado maduro como para ser comestible, y que en la canción hace referencia a ese momento en el que la joven, al enveje- cer, perderá parte de su atractivo y de sus pretendien- tes (Clement, 2011: 50).
Estas analogías entre la alimentación y la sexualidad no se desvanecieron con la llegada del colonialismo es- pañol a las islas Marianas. El historiador Gregorio Salda- rriaga afirma que, en situaciones coloniales, las correla- ciones entre comida y sexo pueden rastrearse a partir de los documentos de los europeos, que en ocasiones hacen referencia a las prácticas alimentarias y sexuales de las poblaciones nativas para justificar sus acciones y su presencia en los nuevos territorios. Por ejemplo, Sal- darriaga indica que, en las primeras crónicas e informes sobre la conquista de América, abundan las menciones a los «excesos» sexuales que los nativos cometían du- rante sus celebraciones, en las que, además, consumían alimentos que los españoles consideraban «incomesti- bles» (Saldarriaga, 2009: 30). Al describir estas prácti- cas, los colonizadores señalaban que los nativos no sa-
96 bían distinguir entre lo «decente» y lo «indecente», ni entre lo «comestible» y lo «no comestible», y atribuían esa ignorancia a su inferioridad moral. Estas descrip- ciones son, por lo tanto, una manifestación de poder y un ejercicio de dominación, ya que al representar a las poblaciones nativas como moralmente inferiores, los europeos justificaban la necesidad de «reducirlas» a una vida «civilizada» mediante su conquista y evange- lización. Como veremos a continuación, en el caso de las islas Marianas los españoles también se afanaron en modificar los comportamientos alimentarios y sexuales de las poblaciones chamorras para adaptarlos a lo que, a sus ojos, era una forma de vida civilizada.
El objetivo de este capítulo es esbozar los cambios y las continuidades que experimentaron las prácticas alimentarias y sexuales en las islas Marianas durante la colonización española de este archipiélago micronésico. Partiendo de nuestras respectivas investigaciones doc- torales, ahondaremos en los motivos que llevaron a los colonizadores a querer controlar y transformar, con tanto empeño, las actividades productivas y reproductivas de las comunidades chamorras. Como señala Saldarriaga, cuando los europeos mencionaban este tipo de activi- dades en sus documentos lo hacían para inferiorizar y legitimar la conquista y la evangelización de las comu- nidades nativas (Saldarriaga, 2009: 30), algo que, como
veremos, también sucedió en las islas Marianas. Por lo tanto, la historia de la alimentación y de la sexualidad durante el periodo colonial español en este archipiélago será un relato de conflictos, resistencias y adaptaciones.
2. Los primeros (des)encuentros culinarios y sexuales
El primer contacto entre los chamorros del archipié- lago de las Marianas y los europeos se produjo en marzo de 1521, cuando los barcos de la expedición de Magallanes-Elcano atracaron junto a una de las islas –probablemente Guåhan (Guam), la más meridional y de mayor tamaño– en el transcurso de la primera cir- cunnavegación del mundo. Las noticias que tenemos de este primer encuentro se las debemos al cronista de la expedición, Antonio Pigafetta. La narración del italia- no revela la fascinación que produjeron entre la tripu- lación los cuerpos desnudos de las mujeres chamorras:
«Las mujeres van desnudas cubriéndose sólo sus partes na- turales con una tira de una membrana, sutil como el papel, que se encuentra entre la corteza y el tallo de la palma; estas mujeres son bellas, delicadas y más blancas que los hom- bres, llevan los cabellos sueltos, negrísimos, que les llegan casi hasta el suelo2» (Pigafetta, 1998: 17v).
Es importante destacar que Pigafetta muestra su ad- miración por la desnudez de las mujeres nativas, pero no emite ningún juicio moral al respecto. Sin embargo, con el tiempo, la desnudez de las poblaciones chamo- rras se filtró a través del tamiz moral de los europeos, como refleja el caso de Marcelo de Ribadeneira. Este fraile franciscano elaboró una breve descripción de las islas Marianas a partir de la relación, hoy en día extra- viada, de fray Antonio de los Ángeles, que residió en el archipiélago entre 1596 y 1597. En su obra, Ribadenei- ra indicaba que los chamorros eran unos «bárbaros» y que esta barbarie se manifestaba «en la desnudez total de sus cuerpos» (Ribadeneira, 1601: 76, véase también Montón-Subías y Moral de Eusebio, 2021).
Los testimonios de Pigafetta y Ribadeneira revelan un proceso de racialización de las mujeres chamorras
2 Traducción de las autoras. Original, en italiano: «Le femmine vanno nude; se non che dinnanzi a la sua natura portano una scorza stretta, sottile come la carta, che nasce fra l’albore e la scorza della palma; sono belle, delicate e bianche più che li uomini, con li capelli sparsi e longhi, negrissimi, fino in terra».
 






















































































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