Page 43 - Anuario AC/E de cultura digital 2024
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En apenas una década el consumo y la creación de música han experimentado una transforma- ción drástica impulsada por la omnipresencia de la digitalización, internet y la inteligencia artificial (IA)
Estos avances tecnológicos en la creación y dis- tribución de música han contribuido de manera clave a la democratización absoluta de la música. Y esto no ha hecho más que comenzar.
Por un lado, la digitalización de las herramientas de producción pone al alcance de cualquiera (incluidos aquellos que no saben tocar ningún instrumento ni cantar) producir música con un ordenador y un programa de edición y es habi- tual desde hace ya muchos años grabar música de altísima calidad sin salir de tu dormitorio.
Esto ha derribado la antigua barrera de entrada al mercado musical que suponía el alto coste
de un estudio de grabación con un equipo de profesionales: productor, técnicos y en ocasiones músicos de sesión o músicos de estudio.
Este coste suponía una inversión importante que la discográfica adelantaba al artista por los futuros royalties que generaba la venta de un soporte físico.
A esto hay que unir otra importante barrera que han derribado las plataformas de streaming: la fabricación del soporte físico y su distribución a los puntos de venta, otra parte de la cadena de valor financiada por la discográfica.
Estos avances nos han facilitado el acceso a una cantidad sin precedentes de música producida como quien dice hoy mismo y en todas las épocas desde que se comenzó a grabar música en un soporte.
Podemos decir que es, sin duda, el sueño de cualquier melómano: disfrutar de todo tipo de música, de cualquier año y estilo, donde quiera y cuando quiera.
Pero esta saturación también ha resultado ser la pesadilla de la gran mayoría de los profesionales de la música, pues la proporción de canciones que logran alcanzar el éxito comercial es cada vez menor y la posibilidad de dedicarse profe- sionalmente a la música es proporcionalmente ínfima comparada con la gente que publica su música.
Solo el 0,4 % de los artistas del Reino Unido, que tiene la tercera industria musical más potente del mundo, pueden vivir de su obra.
Esto lo ilustra la investigación1 de Alan Krueger, economista especializado en la industria musical, publicada en el Wall Street Journal: el 1 % de
los artistas globales (desde Taylor Swift hasta Beyoncé, pasando por Guns N’ Roses o Bruce Springsteen) genera el 60 % de los ingresos por actuaciones en vivo.2
Otro ejemplo es el estudio Ganancias de los creadores de música en la era digital, publicado en Reino Unido en 2022, que revela que solo 1723 músicos británicos pueden vivir de los ingresos del streaming. Es decir, solo el 0,4 % de los
1 https://www.xataka.com/redirec- t?url=https%3A%2F%2Fwww.amazon. com%2FRockonomics-Backstage-Music-Indus- try-Economics-ebook%2Fdp%2FB07H754TT1&cate- gory=magnet&ecomPostExpiration=not_classified
2 https://www.wsj.com/articles/BL-REB-19179
ANUARIO AC/E DE CULTURA DIGITAL 2024
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