Page 24 - Ana Juan. Dibujando al otro lado
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Otra vuelta de tuerca, 2013 Acrílico sobre lienzo, lápiz y barra carbón
100 x 70 cm / 70 x 50 cm
Bocetos para Otra vuelta de tuerca, 2013
Grafito sobre papel
34,7 x 74 cm
The Turn of the Screw, traducida al español como Otra vuelta de tuerca, es una de las más populares novelas de Henry James. Publicada por primera vez en 1898, ha sido ilustrada en multitud de ocasiones, tanto que ha llega- do a ser revisada hasta en clave erótica. Asimismo, cuenta con numerosas adaptaciones cinematográficas y televisivas, incluso fue llevada a la ópera en 1954 de la mano de Benjamin Britten con libreto de Myfanwy Piper.
Cuando Ana Juan recibe el encargo por parte de Círculo de Lectores de ilustrar la novela de James y, habida cuenta de sus múltiples versiones, la primera decisión que toma es evitar los momentos más reconocibles, lo cual no deja de ser el anhelo de todo ilustrador. Si bien esta renuncia le priva de abordar pasajes muy atractivos y determinantes en la construcción del re- lato, al mismo tiempo le garantiza no reincidir en representaciones que, de un modo u otro, el lector puede conservar en la retina. Quedaba por decidir cuál sería el enfoque más adecuado para abordar el texto.
Otra vuelta de tuerca se interpretó originalmente como un simple cuento de fantasmas y, en efecto, ahí puede quedar todo si damos veracidad a la única voz narradora, la de la institutriz. Sin embargo, conviene considerar la marcada tendencia analítica en muchas de las obras de James, que se pueden llegar a interpretar como experimentos psicológicos. Tal es el caso de la obra que nos ocupa. Nada de lo que la institutriz nos revela es acompañado de pruebas objetivas, ni queda contrastado por ninguna otra fuente. Mientras que su retrato psicológico nos presenta a una persona débil, tensa, preocupa- da y sometida a una situación de presión por los acontecimientos que prece- dieron a su llegada. Así pues, la ambivalencia de la lectura está garantizada.
Finalmente, Ana opta por un planteamiento conceptual y, también, grá- fico dual que evite plegarse al texto de manera literal. Por un lado, aprove- cha las entradas de los capítulos para sintetizar el misterio y el drama de los acontecimientos que precedieron a la llegada de la protagonista. Para ello, se vale de unas ilustraciones de pequeño formato realizadas con tan solo dos colores, en las que establece una analogía entre los protagonistas de la novela y unos personajes alegóricos. De este modo, nos ofrece una posible visión de los hechos.
Mientras que en las ilustraciones de gran formato, trabajadas sobre lienzo y a todo color, se centra en recrear la atmósfera general de la novela. Para ello elige un proceso pictórico en el que construye los volúmenes mediante una grisalla a la que aplica colores recortados, haciendo un guiño, tal vez, a las ediciones primigenias de la novela. Es aquí donde estudia en profundidad la psicología de la protagonista y nos sumerge en su particular punto de vista. Dando a entender cómo esta percibe al resto de los protagonistas que intervie- nen en el relato y el espacio en el que transcurren la acción. Seguramente, las ilustraciones más cautivadoras de esta serie son aquellas en las que, aceptando
Otra vuelta de tuerca
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