Page 26 - Ana Juan. Dibujando al otro lado
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el ofrecimiento del autor por analizar la trama, Ana nos ofrece nuevos niveles de lectura. Así construye una rica y onírica galería de situacio- nes apenas sugeridas por un adjetivo o incluso intuidas en alguna elipsis del texto con las que consigue dar una nueva vuelta de tuerca más a este enigmático relato; justificando la pertinen- cia de ilustrarlo nuevamente. La experiencia del lector que se acerque al clásico mediante esta versión estará definitivamente marcada por el poder evocador de sus imágenes.
La muestra de los originales está acompa- ñada por los bocetos previos. En un generoso gesto por compartir su proceso de trabajo,
la artista nos revela todas sus dudas y titu- beos hasta dar con las soluciones que más le convencieron para encontrar el tono de las ilustraciones. Asistimos aquí al proceso de diseño de los personajes que evolucionan des- de una dulcificada representación, marcada por sus equilibradas proporciones y las ama- bles formas de los rostros y las miradas, hasta convertirse en representaciones de su psique más profunda. Sus proporciones y gestualidad abandonan toda lógica para favorecer la ex- presividad y sus miradas ya no reflejan lo que están viendo, sino lo que vieron. Por otro lado, la insistencia en el replanteamiento y encuadre de las escenas revela hasta qué punto cuida cada uno de los elementos que las componen.
Véase, por ejemplo, la perseverancia con la que busca sintetizar una idea tan compleja como que “el monstruo que acecha a quien quieres proteger eres tú mismo”.
En la sala, y también en este catálogo, gracias a la aplicación Ana Juan. Dibujando
al otro lado de descarga gratuita en Appstore y Google Play y desarrollada para la muestra, podemos acceder a diferentes vídeos, produc- to de las conversaciones mantenidas con la ilustradora, que nos revelan algunas claves de su proceso creativo. Al tratar la cuestión de los referentes que ha tenido en cuenta para abor- dar este proyecto, nos produce la sensación de estar frente a una experimentada sherpa que asciende a la cima sin brújula, valiéndose tan solo de la intuición. En efecto, conoce sobradamente a todos los artistas que le mencionamos y coincide con nosotros en que algunas de las imágenes pudieran evocarlos. Estos autores no guardan ninguna relación entre ellos y, sin embargo, conviven armonio- samente, seguramente porque, proviniendo del inconsciente, han sido destilados hasta adquirir una nueva identidad al pasarlos por su tamiz. Eso sí, nos cita otras lecturas con las que ha complementado el proceso de trabajo y alguna melodía que le ha ayudado a encon- trar el tono de las ilustraciones. Nada como salir de un entorno para enriquecerlo.
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