Page 194 - 100 años en femenino
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Rutas ignoradas. Mujeres en la literatura y en la música
del siglo XX
Mar García Lozano
«Todavía tenemos que mirar la ausencia de mujeres que no pudieron hablarle a nuestra vida.»
Adrienne Rich
En 1929, el mismo año en que Virginia Woolf publica el libro que se va a convertir en un referente para los estudios sobre la mujer escritora, Una habitación propia, en el que tantas nue- vas ideas, hoy comunes y obvias, aparecen escritas por prime- ra vez, la escritora catalana Elizabeth Mulder publica un libro de poemas, Sinfonía en rojo, en el que va desechando, una a
— una, las imágenes que se habían utilizado para dar cuenta de
Profesora de literatura y escritora
la identidad de la mujer. Porque de eso se ha tratado siempre, de crear imágenes o modelos a los que había que adecuarse, calladamente, sin hablar y, por supuesto, sin escribir. Imáge- nes que hacían referencia a algo cerrado, estático, inmutable: el huerto, el jardín, el estanque, el hogar. Pero a esas imágenes se contraponen otras, que implican movimiento, transforma- ción, cambio, riesgo: el viaje, el mar, la ruta ignorada.
Durante todo el siglo xix, época en la que empieza a ser teni- da en cuenta la llamada «cuestión femenina», se construye- ron sólidas ficciones para impedir que la mujer traspasase las barreras de esos ámbitos cerrados o domésticos donde sí se le permitía reinar. A mediados de siglo, una serie de escrito- ras empiezan a naturalizar el hecho de escribir dentro de los cánones de la mujer correcta y virtuosa que se postuló bajo la expresión del «ángel del hogar». Estas llamadas «escrito- ras de la domesticidad», cuya representante más singular es Pilar Sinués,1 intentan hacer del hecho de escribir, sobre todo diarios y dietarios, una más de las labores o tareas pro- pias de la perfecta mujer de su casa. Tampoco se separan de este esquema gran parte de las poetas románticas, que asu- men su papel de escritoras como portadoras de los modelos decimonónicos de mujer que se adaptaron, por cierto, muy bien a la sensibilidad romántica: el alma de la mujer, quebra- diza y sensible, encontraría un perfecto cauce de expresión
1—Autora de un libro titulado precisamente El ángel del hogar (1859), «donde postula la idea de que la mujer debe salir de la cultura oral y que se constituya dentro de la cultura escrita». Alda Blanco, «Escritora, feminidad y escritura en la España de medio siglo», en Breve historia feminista de la literatura española, V, Barcelona, Anthropos, 1998, pág. 33. Blanco sugiere que las escritoras de la domesticidad proponen un mode- lo de figura doméstica letrada, cuya función fundamental es servir de transmisión en la educación de las hijas, op, cit., pág. 27.
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