Page 166 - 100 años en femenino
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 Todavía hoy es frecuente que algunas personas se pregun- ten por qué la palabra feminismo está mal connotada. Yo suelo responder que porque está vivo. Lo está, cierto, pero no tiene el reconocimiento que merece. No tiene nada de qué avergonzarse y ha tenido que ir consiguiendo sus victo- rias en medio de grandes trabajos para luego soportar que se clasifiquen de concesiones al sentido común. Desde sus inicios así va esta causa. Tenemos un mundo paralelo en el tiempo en el que comprobar cómo era hasta hace bien poco nuestra situación. Un mundo con el que podemos medir los pasos que hemos ido dando. Pero sin su motor, por así decir- lo, escondiéndolo. Asistimos a la mezcla de irreflexión y mala fe. Pero por medio del feminismo no solo se han logra- do derechos y libertades, sino que también sus protagonis- tas han alcanzado felicidad y satisfacciones. En esa grande y hermosa causa lo mejor para cada militante es el resultado lateral, la lucha misma por devenir un ser humano pleno. Implicándose en ella, muchas mujeres y algunos varones han conseguido hacerse parte de una élite que camina en la vanguardia de los valores. Hay al menos un siglo de esa mar- cha para celebrar. ¿Cien años de igualdad? ¡Ya quisiéramos! Cien años de trabajar por ella, en una cadena de relevos, y cada vez con la frente más alta, como nos imaginaron quie- nes la comenzaron.
167—Amelia Valcárcel Cien años de igualdad

































































































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