Page 165 - 100 años en femenino
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Si tales espacios llegaran a ser paritarios, su prueba del algo- dón sería la memoria compartida y el subsecuente cambio de canon. Pero eso, de momento, no ocurre. Bien al contrario: cada día se edifican y reedifican canon tras canon y en cada uno de ellos, desde los episódicos a los que tienen pretensio- nes de resultar más duraderos, las escasas excepciones que han conseguido figurar, entrar, desaparecen. No habían sido recibidas para que se quedaran.
Los tiempos son paritarios, porque lo exige la justicia, pero los modos siguen siendo los de la dinámica de las excepcio- nes. La mujer excepcional es una quiebra relativa en la lógica patriarcal, que la admite también solo por excepción. Pero no perdura, precisamente porque lo es. De ahí que algunas mujeres se resistan a esta lógica pretendiendo cumplirla. De ahí que insistan en la salvación individual, en «que valen», en que quieren que se les reconozca su valía solo a ellas, sin más hipotecas paritarias. Pero no funciona. Valdrán ellas, es la parte en la sombra, pero no todas. Y les cabe el destino final que les quepa a todas porque no pueden evitar ser lo que son. Viene todo ello de la propia naturaleza del poder que se disputa, que es un poder genérico, por lo tanto, difícilmente negociable desde el punto de vista individual. Y, desde luego, difícil todavía de negociar desde el colectivo femenino.
Las mujeres, no solo en Europa o en España, en el planeta entero, están cambiadas. Forman una «totalidad bullente» y nueva en la que casi ninguna hace lo que vio hacer a sus ances- tras. Muchas arrancan cada día un infinitésimo de libertad. La que se ha heredado también consta de ellos. Para llegar a este estado actual de relativa ciudadanía muchas tuvieron que ganar infinitésimos de libertad. Llamo así a esas peque- ñas libertades y respetos que cada mujer tiene que negociar y ganar día a día allá donde esté. Porque aquí nadie regala nada. Cuando esos infinitésimos, de tiempo en tiempo, se integran, aparece el salto y se amplía la libertad común.
Cien años de luchar contra mentiras interesadas
Cuando se estudian los carteles sufragistas, en muchos se observa que hay un tema recurrente: el feminismo lucha contra la hidra de la prensa. A veces también oímos que el feminismo tiene mala prensa. Y desde luego es bien cierto que no la tiene especialmente a su favor. Se entiende que algo que ahora ocurre viene sucediendo desde el inicio.
Andrea Comas
Miembros de la Organización Internacional de Mujeres Directivas se reunieron en la Bolsa de Madrid en febrero e hicieron un toque de campana simbólico
2011
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166—Amelia Valcárcel Cien años de igualdad