Page 141 - 100 años en femenino
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Al analizar el contenido de estas revistas, encontramos que vehiculan el arquetipo denominado «ángel del hogar»,2 mezcla de los ideales heredados del Romanticismo. Mujer ideal, madre y esposa perfecta, completamente dedicada a su fami- lia. Estas publicaciones funcionan como verdaderos instru- mentos que legitiman la jerarquía del sistema patriarcal dominante. El arquetipo «ángel del hogar», según las imáge- nes que nos ofrecen las revistas de la época, solo podía ser reproducido por las mujeres de clase alta, debido a que remitía a un personaje con aires de muñeca, ociosa y enfermiza. Este modelo intentará ser imitado por las clases subalternas y será transmitido al conjunto de la sociedad como una representa- ción simbólica del «ideal femenino».3
A partir de la Primera Guerra Mundial o, en el caso de España, a partir de la dictadura de Primo de Rivera –1923–, comien- za a ponerse en marcha un proceso lento de modernización.4 Es el momento de la incorporación masiva de las mujeres al trabajo remunerado, especialmente al de las fábricas.5 Y si mujeres trabajadoras las ha habido siempre, es en este momento cuando comienza a hacerse más visible el proceso de la conquista del espacio público. Son estos años, la déca- da de los veinte, tiempos de desafíos a las relaciones de poder existentes, de reclamación de derechos políticos y sociales por parte del movimiento feminista y de cuestionamiento de las construcciones simbólicas de las diferencias de género.6
En este contexto, uno de los temas más recurrentes de las revistas femeninas es el debate acerca de la valoración con respecto a las transformaciones sociales que están acon- teciendo y que influyen en la situación de las mujeres. Por ejemplo, se discute en sus contenidos sobre la necesidad de la instrucción igualitaria y se exponen ideas y juicios acerca del papel social de las mujeres trabajadoras. Así, en función de las diferentes consideraciones, prejuicios y ventajas que se observan en relación a estos asuntos, podemos establecer una tipología de revistas femeninas.7
En primer lugar, continúan las tradicionales dedicadas al hogar y la moda, a las que se añaden nuevos títulos dentro de la misma órbita, como Vida Femenina –que a partir de 1928 se lla- mará Vida Social Femenina– o La Moda Práctica. En sus pági- nas vemos como la participación de las mujeres en el espacio público, su instrucción o el acceso al trabajo remunerado, son aspectos considerados contrarios a su destino: el matrimonio.
142—Rocío López de Castro La imagen de la mujer en el siglo xx