A partir de la narración de la vida de Santa Teresa y de su obra escrita, que marcaba el camino de la exposición, AC/E ha desarrollado una versión itinerante del proyecto articulado a partir de recursos gráficos, interactivos, audivisuales y versiones facsímiles de las publicaciones más relevantes. La muestra refleja la relevancia del personaje, por su labor como fundadora y escritora.
Teresa fue una apasionada lectora desde su infancia, y esa condición indispensable para que pudiera ser tan excepcional escritora se muestra con sus lecturas, con los libros que ella cita. Fue persona frágil de salud, pero fortísima en voluntad y decisión; y así se pone de manifiesto en el camino de su elección personal, su toma de hábito como carmelita, y lo que le lleva a la búsqueda del auténtico sentido de esa vida monacal no solo para sí, sino para las monjas carmelitas que quieren vivir, como ella, en pobreza y oración. Sus fundaciones son el fruto de esta gran obra reformadora.
Teresa escribe una prosa enormemente visual gracias a las comparaciones que crea, y lo hace para que sus lectoras –monjas carmelitas– puedan entender fácilmente lo que quiere describir y contar. La escritora necesitaba imágenes para su vivencia espiritual, y al mismo tiempo supo recurrir a la realidad que le rodeaba para expresar las complejas experiencias que quería describir. Imitándola, la exposición quiere hacer visibles algunas de las alegorías que ella utiliza, y acompañarlas con las creaciones artísticas que ilustran su obra o que derivan de ella.
Sus escritos siguen siendo una escuela de análisis del alma, y su obra ha dejado una hondísima huella en todo el mundo. Mostrarlo de manera visual y atractiva es el objetivo de La prueba de mi verdad, para así abrir las páginas de su obra a futuros lectores.