La versión XXIV del Festival Santiago a Mil trae espectáculos de los cinco continentes. En esta edición, además, tendremos reciben varios países que visitan el festival por primera vez: Haití, República Democrática del Congo, Palestina, Senegal, Siria, Líbano, Irán y Hungría. Por ello y porque esta edición pretende reflexionar sobre la migración, el lema del festival 2017 es “Santiago a Mil-Sin fronteras".
AC/E apoya la participación de Rocio Molina con "Danzaora y Vinática", un espectáculo de 2010. La pieza tuvo vida propia y una evolución constante a lo largo de los últimos años. Al final de este proceso de transformación, "Danzaora y Vinática" surgió como un recital flamenco que por un lado ya no quería proponer integralmente el universo visual y narrativo de la pieza anterior, por otro no sabía renunciar a parte de los humores poéticos que la habían vertebrado. Y puesto que "Vinática" representaba algo así como la pieza seminal en la que Rocío Molina se enfrentaba a su propia metamorfosis de bailaora en "danzaora", emborrachándose de infancia para asumir, con el mismísimo acto de la borrachera, su derecho a los excesos, a los desequilibrios de la madurez existencial y artística, el nuevo "Danzaora y Vinática" mira a esa iniciación, a ese ritual de pasaje, desde la dimensión pragmática y experimental, verdadero duelo de una lucha adulta en contra - y a lado - del lenguaje, que es el universo más sucinto, más severo del recital.
Danzaora es más que una escuela, es una actitud, una filosofía que concibe el universo bailable, donde son tan importantes los elementos que lo componen como la interrelación e integración que se establece entre ellos para crear ése todo, ése nuevo universo, ese nuevo lenguaje; un lenguaje que resume así su mirada personal en el baile y en la danza.