La exposición se celebra en el Museo de Santa Cruz de Toledo con motivo del VIII Centenario del nacimiento de Alfonso X de Castilla (Toledo 1221 - Sevilla 1284) con el objetivo de poner en valor la figura y el legado del rey que pasó a la historia con el sobrenombre de "el Sabio".
A través de casi 180 piezas procedentes de instituciones nacionales e internacionales como la Biblioteca Nacional de España, el Museo del Prado, Patrimonio Nacional o La Alhambra, los visitantes podrán conocer la historia y el contexto sociopolítico en el que vivió este gran personaje de la historia española, así como la gran obra literaria, científica, histórica y jurídica que patrocinó, supervisó y en la que, a menudo, participó con su propia escritura y en colaboración con un conjunto de intelectuales latinos, hebreos e islámicos conocido como Escuela de Traductores de Toledo.
Para mostrar la transcendencia de este rey moderno, europeísta, integrador, apasionado de las ciencias y de la cultura, la muestra se estructura en seis apartados: Alfonso X, el sabio, un rey europeo; Alfonso Infante (1221-1252); el Rey Gobernante (1252-1284); el Rey sapiens; el final del reinado, en la que se refleja la crisis sucesoria, la muerte del Rey y a su sucesor Sancho IV. Y la última parte de la exposición que analiza la figura del rey sabio desde la posteridad.
Entre las piezas destaca el Libro del Saber de Astrología, un códice del siglo XIII que se conserva en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid y las Cantigas de Santa María. Así como el Códice de Toledo, de mediados del siglo XIII, que ha sido cedido por la Biblioteca Nacional de España.
Las cantigas eran poesías, cantadas por juglares, cuya letra y música estaban compuestas por trovadores. Las Cantigas de Santa María, mandadas componer por Alfonso X a lo largo de su reinado, constituyen un conjunto de aproximadamente 420 composiciones escritas en galaico-portugués. Están dedicadas a la Virgen María y a milagros producidos por su intervención. El propio rey fue autor de algunas de ellas, presentándose así como un rey-trovador.
Otra de las joyas de la exposición es la Bula del papa Alejandro IV, que está fechada el 6 de abril de 1255, confirmando el Estudio General de Salamanca que viaja desde el Archivo de la Universidad de Salamanca hasta la ciudad de Toledo.
Una de las piezas textiles más significativas es la Casulla del infante don Sancho de Aragón, arzobispo de Toledo. De extraordinaria calidad, esta vestimenta eclesiástica reúne las armas de Castilla, Aragón y las águilas negras de la familia Staufen, a la que pertenecía la madre de Alfonso X, Beatriz de Suabia. La rica tela fue probablemente un regalo de Alfonso X a su cuñado don Sancho, hijo de Jaime I de Aragón, que fue arzobispo de Toledo (1266-1275). En la actualidad se encuentra en el Museo de los Tapices de la catedral Primada de España.
Por último, también resulta destacable la Corona de los Camafeos, que 'esconde' una bonita historia. El sepulcro de Sancho IV en la Catedral de Toledo se abrió en 1947. Entre los restos más significativos de su ajuar mortuorio se encontraban la corona con la que había sido enterrado, una espada con su vaina y unos acicates. La corona -de gran valor histórico, pues es la única que se conserva de un rey medieval hispano- muy posiblemente perteneciera a su padre Alfonso X, ya que en su testamento del año 1282 este legaba a su heredero «las coronas con las piedras e con los camafeos».