Los collages líricos y las esculturas policromáticas del pintor expresionista abstracto Esteban Vicente se exponen conjuntamente en una muestra que vuelve a examinar la trayectoria de este “artista de artistas” en el décimo aniversario de su muerte. La muestra presenta unas 60 obras en papel y 20 esculturas de pequeño tamaño procedentes de colecciones públicas y privadas de España y los Estados Unidos.
Esteban Vicente fue el único pintor nacido en España que formó parte integral de la primera generación de artistas expresionistas abstractos de Nueva York. Su dedicación al collage, así como su visión considerada y deliberada de esta técnica, lo diferencian de la mayoría de sus colegas de la New York School. Los collages de Vicente suponían la mitad de la producción anual de sus obras. Esteban Vicente empezó haciendo collages, a los que que denominaba “improvisaciones concretas”, en 1949 y siguió realizándolos a lo largo de su larga carrera hasta su muerte más de cinco décadas después. Este medio le ofrecía una alternativa, pero también un medio para experimentar con colores, texturas y formas que constituyen el núcleo de su pintura.
También realizó pequeñas esculturas, que denominaba “divertimentos” y que improvisaba a partir de trozos de madera sobrantes y desechos esparcidos por su estudio. Estas esculturas, que no estaban concebidas para ser mostradas al público, son fruto de improvisaciones reflexivas y sin embargo desenfadadas. Emanan un sentido de la inmediatez y del capricho, dando testimonio de la capacidad del artista para trasladar los logros formales desarrollados en sus cuadros y collages a un medio tridimensional.