Soria tiene una importancia destacada en la biografía de Antonio Machado. Por un lado, es la ciudad donde conoció a su esposa Leonor, junto con la que vivió un feliz aunque breve periodo de tiempo debido a la prematura muerte de ésta. Por otro lado, es el marco desde el que Machado desarrolló una de sus obras esenciales, Campos de Castilla.
En esta obra es posible reconocer distintos temas, pero sin duda, uno de los fundamentales es el paisaje, tratado desde perspectivas diferentes, con simbolismos de carácter íntimo o de carácter histórico, pero también, con un enfoque que cabría considerar objetivo e imbuido por el profundo amor que Machado sentía por la naturaleza. Precisamente, este paisaje ha servido, en alguna ocasión, como pretexto para acercarse a la obra del poeta desde una óptica más estética.
Y en este sentido, partiendo de la plástica que reside en los poemas de Machado y dentro de las actividades conmemorativas del año 2012, nace la exposición Campos de Castilla, que a través de fotografías -tanto de la época como de una artista contemporáneo-, sobre esos campos, momentos y símbolos, así como de manuscritos, objetos y primeras ediciones de la obra del poeta, ofrece una visión de la Castilla machadiana ilustrada a su vez por textos de distintos escritores.