La artista hispano-peruana Sandra Gamarra, representa a España en la Bienal de Venecia. Es la primera vez en 60 ediciones que una artista no nacida en España lo hace. Su proyecto ‘Pinacoteca migrante’, cuestiona las narrativas coloniales y los modos de representación históricos. El proyecto está comisariado por Agustín Pérez Rubio, con una dilatada carrera en el arte latinoamericano como director artístico del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) o como comisario del pabellón de Chile en la Bienal de 2018.
El pabellón de España en la 60ª Bienal de Venecia ―que se celebra del 20 de abril al 24 de noviembre― se convierte así en un espacio para releer el patrimonio pictórico español (Murillo, Zurbarán o hasta Velázquez) y visibilizar culturas silenciadas. Gamarra, quien ya estuvo en la Bienal de Venecia de 2009 en el pabellón del Instituto Ítalo-Latinoamericano, toma como punto de partida pinturas, desde la época del Imperio hasta la Ilustración, en las que se hace referencia a los territorios que fueron parte de España, pero que cargan consigo una “noción monolítica que se basaba en la destrucción de otras formas de organización social”. A través de seis salas o secciones recorrerá los géneros clásicos de las artes: grabado, retrato, paisaje... con intervenciones y reinterpretaciones que analizarán las representaciones sesgadas entre colonizadores y colonizados, además de ofrecer un contexto histórico que se vincule con la actualidad.
Las salas que componen Pinacoteca migrante se titulan: Tierra Virgen, sobre pinturas de paisajes españoles, pero también de América Latina, Filipinas y el norte de África; Gabinete de la extinción, que vincula el colonialismo con el extractivismo; Gabinete del Racismo Ilustrado, un relato sobre cómo la antropología y la ciencia fueron utilizadas como herramienta de discriminación racial; Máscaras mestizas, sobre el retrato a colonos; Retablo de la Naturaleza Moribunda, que relacionará al bodegón con la construcción de opulencia y tesoros; y Jardín Migrante, en el que se recreará monumentos sobre la conquista que se emplazan en las antiguas colonias. En todas ellas combinará las artes plásticas con citas de escritores o pensadoras ecofeministas; modificaciones de facsímiles de ilustraciones de archivos reales o representaciones de plantas alóctonas o invasoras, en alusión a la migración.