Esta 12 edición está concebida a partir de un pensamiento abierto, en que las obras dibujan constelaciones que delinean un conjunto de ejes temáticos independientes, pero profundamente entrelazados. Las problemáticas escogidas abordan cuestiones centrales en la producción artística contemporánea, y metonímicamente, en la sociedad como un todo, las cuales pueden reverberar en un contexto tan estimulante histórica y culturalmente como el Ecuador y, en particular, Cuenca.
La decisión de utilizar como título de la muestra la expresión idiomática ecuatoriana Ir para volver, usada en innumerables declinaciones para describir una ausencia temporánea (cuya duración, por otro lado, acaba siendo casi siempre imprevisible), se relaciona con esta preferencia por la discusión abierta, por la pluralidad de visiones. Además de sugerir el estado de movimiento constante que caracteriza la mayoría de las obras y artistas incluidos en la exposición, aspira a situar la 12 Bienal de Cuenca en el ámbito abierto e indefinido de la oralidad, del diálogo en incesante construcción, y no en la rigidez de un discurso inflexible y acabado. Es decir, en el ámbito de la vida.
Los ejes conceptuales de esta edición de la Bienal son, en primer lugar, la negación de la supuesta condición privilegiada del artista. En algunos casos, esto se traduce en obras nómadas, tanto en el sentido de su movimiento físico, como en el de la tercerización de la realización física del trabajo, frecuentemente utilizando modos de producción industrial.
Complementando y matizando estas cuestiones reune también artistas y obras que refutan la validez de sistemas únicos y generales de medición del tiempo y del espacio, sugiriendo la imposibilidad de reducir el mundo a criterios uniformes. La necesidad de apropiarse del mundo de manera real, directa, vivida y no mediada, se traduce en un esfuerzo de crear una lógica personal, que puede aplicarse tanto a las infinitas maneras de imaginar el paso del tiempo, la longitud de un camino, los límites de un país, una época o una ciudad, como a episodios de gran importancia histórica y valor simbólico, que se vuelven herramientas para la comprensión de la actualidad.
AC/E colabora con la Bienal a través de su programa de movilidad del PICE, apoyando la participación de los artistas españoles seleccionados por la Bienal: Manuel Segade, Patricia Esquivias, Daniel Steegman y Nestor Basterretxea.