Este proyecto nace de la idea de crear un diálogo entre Portugal y España. Desarrollado posteriormente por las comisarias, Luiza Teixeira de Freitas y Flipa Oliveira, a través de dos colecciones excepcionales , la Colección Helga de Alvear y la Colección LATF, que representan dos formas singulares de mirar y experimentar el mundo.
En palabras de sus comisarias “la acción de mostrar una colección privada es un acto de generosidad, de compartir y de la posibilidad de dar acceso a un grupo de artistas y obras de arte que definen el tiempo y el mundo en el que estamos viviendo.
Incluido en la temática anual del Fórum Eugenio de Almeida, ese momento de generosidad se puede considerar como una forma de echar por tierra las barreras, un intento de acercarse a los artistas, audiencias y las instituciones. Para entrar en el universo de una colección de arte contemporáneo, y en particular de dos como estas que nos han abierto sus archivos, nos confrontamos con incalculables posibilidades. El punto de vista elegido es enteramente subjetivo y emerge también de un diálogo entre las dos curadoras, ellas mismas con sus diferentes perspectivas y opiniones.
La exposición recorre las formas geométricas básicas: el cuadrado, el círculo y el triángulo. Formas que están en la base del arte, pero también en la base de un entendimiento cultural y una lectura del mundo. Y que se transforman en formas culturales para convertirse en productos de una visión idealizada del mundo, pero también objetos que sugieren libertad. El círculo es una conversación, el cuadrado un mapa y el triángulo una relación. Estos tres tiempos se convierten en tres capítulos de la exposición y también en tres formas de experimentar el arte.
En palabras de sus comisarias “la acción de mostrar una colección privada es un acto de generosidad, de compartir y de la posibilidad de dar acceso a un grupo de artistas y obras de arte que definen el tiempo y el mundo en el que estamos viviendo.
Incluido en la temática anual del Fórum Eugenio de Almeida, ese momento de generosidad se puede considerar como una forma de echar por tierra las barreras, un intento de acercarse a los artistas, audiencias y las instituciones. Para entrar en el universo de una colección de arte contemporáneo, y en particular de dos como estas que nos han abierto sus archivos, nos confrontamos con incalculables posibilidades. El punto de vista elegido es enteramente subjetivo y emerge también de un diálogo entre las dos curadoras, ellas mismas con sus diferentes perspectivas y opiniones.
La exposición recorre las formas geométricas básicas: el cuadrado, el círculo y el triángulo. Formas que están en la base del arte, pero también en la base de un entendimiento cultural y una lectura del mundo. Y que se transforman en formas culturales para convertirse en productos de una visión idealizada del mundo, pero también objetos que sugieren libertad. El círculo es una conversación, el cuadrado un mapa y el triángulo una relación. Estos tres tiempos se convierten en tres capítulos de la exposición y también en tres formas de experimentar el arte.