Con motivo de la celebración del centenario del nacimiento del poeta catalán Joan Brossa, se gesta este proyecto poético que enlaza la trayectoria artística de dos amigos y colaboradores. Las obras de Alain Arias-Misson y de Joan Brossa surgen siempre de lo inesperado. Son acciones liberatorias, surreales e inesperadas que se muestran al espectador a modo de juego, de divertimento, y que se envuelven de manera provocativa en el espacio.
Brossa emplea elementos cotidianos y conocidos por el espectador que adapta a entornos y situaciones de denuncia, alejándolas de la banalidad o acercándolas a ella, siempre con intención crítica y con una ironía propias de un mago de la palabra. Por su parte, el poema público de Arias-Misson es caótico y estructurado. En algunas ocasiones sigue los parámetros jados por el trovador en busca de mesura y control. En otras, el caos se apodera de la ciudad, la lógica interna se quiebra y se produce el verdadero éxtasis. En cualquier caso, las obras de ambos artistas resultan al espectador inquietas, metafóricas, con una gustosa ironía anárquica que les convierte en inmortales para el arte.
Brossa emplea elementos cotidianos y conocidos por el espectador que adapta a entornos y situaciones de denuncia, alejándolas de la banalidad o acercándolas a ella, siempre con intención crítica y con una ironía propias de un mago de la palabra. Por su parte, el poema público de Arias-Misson es caótico y estructurado. En algunas ocasiones sigue los parámetros jados por el trovador en busca de mesura y control. En otras, el caos se apodera de la ciudad, la lógica interna se quiebra y se produce el verdadero éxtasis. En cualquier caso, las obras de ambos artistas resultan al espectador inquietas, metafóricas, con una gustosa ironía anárquica que les convierte en inmortales para el arte.