Entrevistamos a Ana Juan para que nos hable sobre su carrera, sus proyectos y, especialmente, sobre la exposición "Ana Juan. Dibujando al otro lado" que organiza AC/E junto a UNIT Experimental.
De cara a quienes no te conocen, ¿cómo te presentarías?
Soy Ilustradora; a la búsqueda de historias para contarlas historias a través de las imágenes.
¿Cómo te convertiste en ilustradora de libros?
No hay un momento puntual es algo que se va conformando a lo largo de tu infancia y juventud. Al principio no piensas que pueda ser un oficio, más tarde, a medida que vas comprendiendo, aprendiendo y amando el dibujo comienzas a soñar y a vislumbrar un futuro.
Como muchos niños dibujaba obsesivamente, el problema es que al ir creciendo no dejé de hacerlo.
Estudié Bellas Artes sin saber muy bien como poder canalizar mi pasión por el dibujo porque la pintura no me interesaba ni tampoco intentar desarrollar una carrera en el mundo del Arte, con mayúsculas.
Siguiendo el amor que tenía por los libros ilustrados de mi infancia y por el dibujo conseguí encontrar un lugar en el mundo de la ilustración. No fue fácil porque no se contemplaba en la Facultad como materia a enseñar y en el campo laboral no había mucho más allá que la prensa, revistas o la ilustración de libros infantiles.
Creo que tuvimos el privilegio de empezar a publicar en un momento afortunado pero aún tuve que luchar un tiempo hasta que conseguí ilustrar libros fuera del ámbito infantil.
¿Qué inspira tu trabajo?
Bebo de muchas fuentes y creo que eso que llamamos “inspiración “ hay que buscarla en disciplinas que estén lo más alejadas posible de la tuya . Música, cine, pintura…
Siempre he admirado la pintura flamenca: Los Brueghel, viejo y jóvenes, Van Eych, Van der Meyden … pero también a Daumier, Kathe Kollwitz o Mark Rothko me apasionan.
En cualquier lugar o disciplina puedes encontrar una idea, una inspiración lo importante es tener los ojos abiertos y la mirada inquieta.
¿Cuál es tu proceso? ¿Dibuja unas pocas líneas rápidas y luego termina los dibujos? ¿O a veces tomas una foto? ¿Siempre tienes papel y un lápiz?
Si se trata de un libro, por supuesto en primer lugar leo, releo, estudio el texto y le doy mil vueltas. Mientras tanto no puedo evitar el ir abocetando esas primeras ideas que, en mi caso, ya que trabajo de una manera muy intuitiva, son las más válidas. Después paso a los bocetos, estudio la época en la que se desarrolla, planifico la paginación y paso a la realización de los originales y en todo este proceso un papel y un lápiz son imprescindibles, y por supuesto me ayudo con todas las herramientas posibles, fotos, antiguas ilustraciones, etc.
Nunca he sido pintora soy dibujante y con el paso del tiempo he vuelto a la sencillez y engañosa simplicidad de la línea, a buscar el lenguaje de la luz y las sombras e intentar conducir la narración con los menos elementos posibles. En el camino de la vida siempre vamos despojándonos de lo que consideramos superfluo para acabar ligeros de equipaje.
¿Dibujas todo en papel, o usas herramientas digitales también? ¿Qué herramientas usas habitualmente en tu obra de arte?
Mis herramientas son muy sencillas y directas: papel, colores acrílicos, lápices de colores, lápiz carbón, pinceles y, por supuesto, el ordenador para escanear y retocar las imágenes cuando lo considero necesario.
Las herramientas digitales no hacen más que facilitar mi vida.
Hoy por hoy son imprescindibles en mi cotidianidad laboral.
¿De dónde surgieron tus ideas para “Snowhite”?
En un principio eran dos cosas las que quería conseguir a través de este libro: una de ellas fue el solucionar el problema que siempre había tenido a la hora de enfrentarme al blanco/negro. Después de años de búsqueda me di cuenta que no tenía más que volver a trabajar como cuando empezaba a aprender a dibujar, no necesitaba nada más que un papel y un trozo de carbón. Nada podía ser más sencillo y primitivo. De manera que, buscando en el pasado encontré un camino para mi futuro.
La segunda, era la de versionar un cuento clásico y a través de un cuento de apariencia inocente poder hacer una denuncia sobre la sociedad de ayer y de hoy y el papel que en ella tiene la mujer. En mi versión, se habla de soledades y de la imposibilidad de algunas personas, especialmente mujeres para conducir su propio destino.
La mujer siempre estuvo bajo la tutela de una figura masculina, un padre, un hermano, un marido pasando de unos a otros sin ninguna autonomía sobre su vida y quedando a la deriva cuando esta cadena de tutela se rompía.
Aunque nos parezca algo lejano, estas circunstancias, por desgracia, no nos son ajenas en nuestros tiempos.
“Snowhite” me ha llevado a poder desarrollar exposiciones interactivas, animaciones, un videojuego … nunca pensé que aquel pequeño y modesto libro iba a llevarme tan lejos.
¿Cómo surge el proyecto para la exposición “Ana Juan. Dibujando al otro lado? ¿Y el videojuego ‘Erthaland”? y ¿cómo se engloba esta nueva empresa dentro de tu trayectoria?
El proyecto me fue propuesto por el equipo de Unit Experimental de la Faculta de BBAA de Valencia. Este equipo ya había desarrollado la exposición “Pensar con las manos“ de Pep Carrió e Isidro Ferrer.
Ante una propuesta de exposición de estas características no lo pensé ni un segundo. Mostrar el proceso creativo de “Otra vuelta de tuerca” y de “Snowhite” presencial en sala y desarrollada en realidad aumentada, crear una aplicación, desarrollar un principio de videojuego etc. fue embarcarme en la aventura más apasionante que había vivido en mi vida profesional.
He aprendido mucho y sigo aprendiendo sobre técnicas y sobre mí misma: a trabajar en equipo, a esperar, a delegar, a confiar … ha sido una experiencia gratificante y lo sigue siendo porque la exposición tiene una itinerancia a lo largo y ancho de España y además estamos planteando el desarrollo de las tres partes que faltan del videojuego así que la aventura continúa.
¿Qué verán los visitantes de Ana Juan. Dibujando al otro lado? ¿Qué se llevarán de esta experiencia?
La exposición “Ana Juan, dibujando al otro lado” está concebida como una integración de diversas tecnologías en un proceso interactivo de gran complejidad, por lo que dan a mi trabajo, tradicionalmente ligado al papel impreso una nueva dimensión.
En la exposición, además de poder disfrutar de los originales y poder conocer el proceso creativo de dos de mis libros ilustrados: “Otra vuelta de tuerca” de Henry James y “Snowhite”, una versión personal del cuento clásico de los Hermanos Grimm, disfrutarán de experiencias interactivas que ayudan a conocer las obras y finalmente podrán encontrarse con un tablero de juego donde el espectador pasa a ser protagonista de la historia con el capítulo del videojuego “Etharland”.
El visitante podrá conocer como se gesta un libro ilustrado desde el principio al fin ya que los libros editados están también presentes en la sala, disfrutar de los originales y tener una experiencia interactiva. En ocasiones, el visitante al que solo le interesa la parte tradicional, es decir, los originales y bocetos, acaba jugando y al que no le interesa más que la parte interactiva y los videojuegos acaba aprendiendo como se ilustra un libro a través de los originales.
Sin plantearlo hemos conseguido una experiencia para todas la edades e intereses.
Esta exposición enfrenta al espectador a una nueva versión de la realidad gracias a la tecnología. ¿Podrías contarnos tu experiencia y qué aporta a tu obra? ¿Crees que la tecnología ha ayudado a comprender mejor tu obra en esta exposición? ¿Hacia dónde crees que tenderá la práctica artística relacionada con la tecnología en los próximos años?
Me gusta llamarla una aventura gráfica del S. XXI
Al desarrollar el primer capítulo de un videojuego:
“Erthaland, Snowhite's Mistery Tale“ me di cuenta de que era una narración paralela al libro, abierta a nuevas situaciones, personajes e incluso finales porque cada vez que nos enfrentamos a la lectura de un libro todos y cada uno de nosotros tenemos una experiencia diferente. En el caso de “Snowhite” la obra sigue ahí y esta intervención de la tecnología es una nueva lectura donde el lector participa activamente. No sé que otros puertos arribaremos ni a cuantas tormentas tendremos que hacer frente pero, esta aventura gráfica del S. XXI, continúa.
La tecnología está para ser utilizada como una herramienta más sobre todo en la enseñanza. Hay disciplinas en la que es de gran ayuda y tiene mucho futuro como en las aplicaciones médicas o la ilustración científica.
En el campo de la museística tiene una gran proyección porque las forma de presentar las exposiciones está cambiando, necesitan dinamismo y una mayor interactividad con el visitante, no podemos quedarnos en una fórmula del S. XIX.
De todos tus proyectos, ¿cuál crees que es el que más te ha enriquecido como persona y/o ilustradora? ¿Cual destacarías?
Todos, por alguna razón u otra, son o han sido importantes en mi carrera profesional. No hay un proyecto definitivo, hay una suma de proyectos grandes o pequeños que hace que tu vida profesional siga girando.
¿Hay algún tipo de proyecto que todavía sueñes con hacer algún día?
No, hace tiempo que aprendí a no soñar, dejo a la vida que me haga sus propuestas porque no sueño con alcanzar ninguna meta más allá de ser un poco feliz con mi trabajo.
¿Que consejo te hubiera gustado recibir cuando empezaste en el mundo de la ilustración?
Mi carrera está basada en equivocaciones y muchos fracasos, decisiones que tomé bajo mi absoluta responsabilidad y que me dieron el mejor de los consejos.
A menudo se dice que es difícil ganarse la vida como ilustrador. ¿Cuánto tiempo pasó antes de que la ilustración se convirtiera en tu principal fuente de ingresos? ¿Y cómo se puede mantener un flujo constante de proyectos?
Es duro pero con trabajo e ilusión, a veces, se consigue …
He tenido el lujo de aprender mi oficio publicando, para bien y para mal, porque hasta que la ilustración no llega a ser publicada no puedes saber si realmente llega a comunicar tu propuesta.
Comencé a trabajar en prensa diaria mientras acababa los estudios de BB.AA., casi inmediatamente después, llegaron revistas como el “Madriz”, ”El País” donde ilustré una serie de artículos semanales del escritor Francisco Umbral, ”La España irracional”, y con la ilustración editorial aprendí a trabajar con tiempos cortos, con rapidez, economía de medios y apuntando directamente en lo que el escritor quiere transmitir. La inmediatez y exigencia que lleva consigo trabajar en la prensa escrita lleva a desarrollar una rapidez de reflejos que es muy beneficiosa en el trabajo. A través del trabajo en prensa escrita he desarrollado una visión crítica, afilada y por desgracia bastante negativa de la sociedad que me rodea.
Por suerte y desde que acabé la carrera he vivido de mi trabajo, un trabajo trajo otro y, si no, me los inventaba. Llevo mil años autoeditando mi trabajo, serigrafías, grabados, esculturas … en la autoedición el autor asume el riesgo y aprende a conocer el mercado en todas sus facetas. La autoedición te da independencia pero hay que invertir mucho tiempo y trabajo. Pero es lo que nos gusta ¿no? Realizar nuestros sueños.
Siempre hay que tener tus propios proyectos y son los que a la larga más satisfacciones me han dado aunque también grandes penas.
Además del trabajo duro y el talento, ¿qué otras características crees que te han ayudado a alcanzar el éxito?
He intentado ser honesta conmigo misma y, para bien o para mal, desarrollar mi trabajo hasta llegar a tener un lenguaje propio, una voz que me hace reconocible y me diferencia del resto. Hay un momento en el que hay que mirarse al espejo y decidir si quieres ser valiente y arriesgarte a ser tú mismo o seguir siendo otros.
Y además, el factor suerte …
¿Qué sentiste al recibir el Premio Nacional de Ilustración en 2010?
Me considero una persona afortunada de tener la gran suerte de vivir de mi trabajo y disfrutar con él así que no se va a produjo un cambio esencial en mi vida al recibir el Premio Nacional, seguí trabajando igual, con premio o sin él.
Es halagador que sean tus compañeros de profesión quienes te lo conceden además, durante un tiempo, te permite ser altavoz de reivindicaciones profesionales porque, donde España falla sistemáticamente con respecto a otros países, es en la salvaguarda de los derechos del ilustrador y la escasa remuneración por su trabajo.
¿Futuros proyectos en los que estés ahora inmersa?
De momento estoy en ese tiempo entre proyectos, un limbo donde todo es posible, la realidad llegará más tarde.
Algunos links para conocer mejor tu obra:
http://anajuan.net/
https://www.facebook.com/AnaJuan.Illustrator/
#anajuan_illustrator
Invitamos a los visitantes de la exposición a compartir sus noticias, compartir sus puntos de vista y reflexionar sobre este entorno digital con el hashtag #DibujandoAlOtroLado
Esperamos que surja una verdadera conversación.