Page 230 - El rostro de las letras

ESCRITORES Y FOTÓGRAFOS
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“la noble inclinación a leer” y “acrecentó el precio de los libros”. De algunos autores –los Quintero, Répide, Dicenta, Benavente–, llega- ron a editarse hastas cincuenta y sesenta mil ejemplares, y de nove- las como El desencanto, se agotaron varias tiradas. Tras perder la cabecera de la colección en los juzgados, en 1912 Zamacois se asoció con el impresor José Blas y creó Los Contemporáneos, una colección gemela de la anterior, “ni mejor, ni peor” 55.
A El Cuento Semanal sucedieron La Novela Corta (1916-1925), edita- da por José de Urquía; La Novela Semanal (1921-1925), sostenida por Prensa Gráfica; La Novela de Hoy (1922-1923), animada por el ubicuo Artemio Precioso y La Novela Mundial (1926-1928), dirigida por José García Mercadal, en las que colaboró toda la nómina de literatos del momento, desde Pérez Galdós, que “avaloró” el primer número de
la colección, hasta Cansinos Assens y una larga lista de naturalistas, sicalípticos y pornógrafos ya olvidados, como Antonio de Hoyos y Vi-
Portadas de narraciones de Joaquín Belda, Concha Espina, Pío Baroja, Valle-Inclán, Gómez de la Serna, Alejandro Sawa, Eugenio Noel y Vargas Vila, editadas en las colecciones Los Novelistas y La Novela Corta. (Colección Pedro Fernández Melero)
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va..., Ed. Renacimiento, Sevilla, 2011.
Zamacois, Eduardo, Un hombre se