Page 191 - Revista de Occidente o la modenidad española
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4Ver Antonio Fernández, Ángel Bahamonde y José Antonio Martínez, «La evolución política de Madrid. 1900- 1939», en Antonio Fernández (ed.), Historia de Madrid, Madrid, Editorial Complutense, 1993.
el que se estrenaban con éxito tanto una película
de Charlot como comedias de Carlos Arniches en las que se lucía la actriz Catalina Bárcena, musa del pintor ultraísta Rafael Barradas y dueña de la esce- na madrileña. Un Madrid al que seguían llegando noticias de las luchas, ya casi endémicas, en las ca- lles de Barcelona entre pistoleros de los Sindicatos Libres y anarquistas, con la muerte del dirigente anarquista Salvador Seguí, el Noi del Sucre, y en
el que las manifestaciones del Primero de Mayo expresaron el descontento social existente. No es extraño que las elecciones de abril de ese mismo año en la capital dieran como resultado un notable crecimiento de los socialistas, quienes se impusie- ron a los republicanos como el principal partido de oposición a los monárquicos, que siguieron gober- nando hasta el golpe de septiembre.4 Más allá de
lo doméstico, 1923 fue un año en el que los efectos perversos del Tratado de Versalles dieron lugar a
la ocupación francesa del Ruhr ante la imposibili- dad de Alemania de pagar las sanciones de guerra impuestas en 1919. Una realidad que proclamaba que la Gran Guerra se había cerrado en falso y que aún no había acabado el martirio de Europa. Un año en el que aparecieron la influyente obra de T.
S. Eliot La tierra baldía, Las elegías de Duino de Rainer Maria Rilke, o Eupalinos ou l’architecte de Paul Valéry, pero también obras de Ramón Gómez de la Serna, de José Bergamín, del hoy casi olvidado Wenceslao Fernández Flórez, del todavía vanguar- dista Ernesto Giménez Caballero —Notas ma- rruecas de un soldado—, de Eugenio d’Ors —Tres horas en el Museo del Prado— o también del propio Ortega y Gasset, como El tema de nuestro tiempo. Es este un pequeño volumen, luego aumentado, que
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