Page 296 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook
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6 Preston, Paul, “Manuel Azaña y la creación del Frente Popular (1933- 1936)”, en Serrano, Vicente Alber- to y San Luciano, José María (eds.), Azaña, Madrid, Edascal, 1980.
7 Salaün, Serge, “Espectáculos (tradi- ción, modernidad, industrialización, comercialización)”, en Salaün, Ser- ge y Serrano, Carlos, Los felices años veinte: España, crisis y modernidad, Madrid, Marcial Pons, 1991.
8 Villar, Arturo del, “El chotis de Manuel Azaña”, en http://fresdeval. blogspot.com/2016/06/el-chotis-de- manuel-azana.html, consultado el 21 de mayo de 2020.
que completa su figura con un plus de heroicidad y tranquilidad y refuerza su conversión en símbolo ‘tranquilo’ de una República de izquierdas.
Como recuerda Paul Preston, Azaña “se inspiró en el apoyo popular recibi- do durante su persecución, para renovar sus esfuerzos en pro de la Repú- blica”. “Su puesta en libertad coincidió con su onomástica, e Izquierda Republicana invitó a todos los simpatizantes a enviarle una tarjeta o un telegrama de felicitación. Las tarjetas y telegramas llegaron por cientos de miles a la sede central del partido en Madrid6”, escribe. La popularidad de Azaña vuelve a su cénit en el momento más inesperado
En definitiva, ni el reportaje de las vacaciones de Azaña ni la solicitud del político ante el requerimiento del director de Estampa, ni su perspicacia a la hora de manejar la agenda pública parecen acomodarse a la definición de ‘ogro’ ante la prensa. Más bien muestra un hombre firme en su convicción de que “los ministros hablan demasiado con la prensa”, pero a la vez cons- ciente de la importancia de esta dimensión popular y mediática. Azaña no solo conoce las bondades de los medios para difundir un programa de go- bierno, sino también para difundir una figura y hacerla popular.
“Es mi Manuel republicano como hay pocos...”
Así comienza el chotis Es mi Manuel, estrenado por la cantante Rosita Fontanar e interpretado por varias artistas. Y ese tono ejemplifica la natu- ralidad con la que la cultura popular se hizo eco del carisma de Azaña. Los políticos formaban ya entonces parte del panorama de la cultura de masas, y no eran raras sus apariciones en la canción popular (la más conocida, tal vez, el cameo de Victoria Kent en el Pichi). A pesar de que algunos estudios han hecho hincapié en la utilización de la canción popular de la época como un elemento de reproducción del conservadurismo7, también existió música popular de izquierdas (chotis republicanos como Qué bonito está Madrid o La diputada).
La cultura de masas se caracteriza por una rápida disolución de los límites entre cultura popular y cultura ‘elevada’: parte de la letra del chotis, además de hacer juegos de palabras con diversas personalidades de la época (“Como que es largo de Ministro ya lo veo / Os reconozco que es un largo caballero”), se basa en la expresión ‘la hazaña de Manuel Azaña’, ocurrencia ni más ni menos que de Ortega, que así tituló, dejándose llevar por la pirotecnia verbal, uno de sus artículos8.
Cromos, postales, carteles, discursos...
Durante los años de la República, la figura de Azaña fue difundida de ma- nera profusa. La efigie del político estuvo presente en cromos ‘a todo color’ o en blanco y negro (editados por la tienda barcelonesa Almacenes Alemanes
Azaña años 30: popularidad y cultura de masas 295