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títeres y marionetas
Los espectáculos de títeres y marionetas han influido de una forma decisiva para la creación de nuevas dra- maturgias en la España de comienzos del siglo XX. La utilización de los títeres, como medio de experimen- tación estética permitió elevar a categoría artística de primer orden a este subgénero dramático.
Su utilización ha permitido investigar en sus orígenes rituales, metáfora de la condición humana, reteatrali- zar el teatro y redibujar subgéneros escénicos que nos conducen a la pura esencia del teatro.
utilizados, en gran parte a principios de siglo, como entretenimiento dirigido al público infantil tuvo su pa- ralelo en el mercado del espectáculo teatral.
También se pusieron muy de moda los ventrílocuos, que parodiaban a la sociedad en general y en particu- lar a los políticos y utilizaban sus muñecos como inter- locutores entre los actores y el público.
Los artistas de vanguardia encontraron en la origina- lidad de los planteamientos dramáticos propios de los títeres, la herramienta para la renovación del lenguaje teatral. Ramón del Valle Inclán, Jacinto Benavente, Los hermanos Álvarez quintero, Picasso, Manuel de Falla, Federico García Lorca, Ramón Gómez de la Serna o Ra- fael Alberti se acercaron desde diferentes territorios creativos al mundo del títere. Disponían de un reperto- rio muy variado con el que experimentar: obras teatra- les para niños, cuentos, danzas, canciones, números circenses, canciones, dibujos animados, espectáculos de variedades, o imitaciones de personajes célebres.
por aurora hErrEra
DIDÓ
NoTAS TITIRITERAS
Ezequiel Vigués, artista polifacético, representante de artistas, director de ca- baret, y titiritero dotó a este al arte de los títeres de una calidad artística excepcional. Su vocación como artista fue tardía. Representante de la famosa bailarina catalana Teresina Boronat, conoció salas de teatro en todo el mundo acompañándola en sus giras. Aprendió la manipulación de muñecos en Fran- cia, creando posteriormente su propio teatro “Le petit moulin”.
Montó sus famosas sesiones infantiles y galas artísticas para adultos que re- presentaban obras de conocidos escritores de vanguardia. En compañía de su mujer, Teresa Riera, crearon un espectáculo de gran destreza técnica y vocal. Fueron los precursores de introducir el diálogo de los muñecos con el público.
RAFAEL ALBERTI
Rafael Alberti escribió una farsa antirreligiosa “El Ba- zar de la providencia o el vivo de su eminencia”, para teatro de guiñol.
FEDERICO GARCÍA LORCA
El teatro de títeres fue una de sus grandes pasiones. Escribió piezas inspiradas en el guiñol como “La zapatera prodigiosa” y “El amor de Don Perlimplin con Belisa en su jardín”.
Creó La Barraca junto a Eduardo ugarte, un proyecto teatral, ambulante, dirigido a las clases populares, formado por universitarios, estudiantes de arquitectura, fi- losofía y bellas artes entre otros, que buscaba llevar el teatro a todos los lugares de España con un doble objetivo: dar a conocer la cultura clásica española y de- sarrollar un proyecto pedagógico a gran escala en un país con un alto índice de analfabetismo.
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