Page 30 - Intermedios
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VARIEDADES Y JUEGOS
ROMPECABEZAS
Dividir este cuadrado en dos partes exactamente igua- les de forma, pero de manera que, con los fragmentos jeroglíficos que queden en cada uno de los dos trozos, leídos en líneas horizontales, resulte: En uno de ellos, un refrán, y en el otro, una máxima.
POEMAS DE UN DÍA
RAMón GOMEZ DE LA SERnA
   novejarque
Se explica
(VALLE-InCLÁn HA DIMITIDO EL CARGO DE COn- SERVADOR DEL TESORO ARTíSTICO.) (DE LOS PE- RIóDICOS.)
Valle-Inclán. —Comprenderá usted que es absurdo nombrarme conservador del Tesoro Artístico. ¿Yo con- servador, y sabiendo lo que son los conservadores...?
BAGARíA
Los jardines no tienen más que sorpresas silvestres. Todo lo que se ha puesto es todo lo que sale. El poeta don Abdón, que llevaba una vida solitaria en su galante jardín, y que ya no se hacía sino los trajes de la soledad cruzados entre batines, levitas y pijamas, repasaba su jardín con pena de que no brotase la flor inesperada.
Todo tenía que ser comprado, y siempre estaba en correspondencia con los jardi- neros lejanos, que le remitían esquejes y plantas en pañales de arpillera y broza.
Buscaba en los catálogos de la jardinería mercante flores insospechadas, y muchas veces mandaba pedir lo absurdo: “Remítame un dolmen imbricado y una geránea ratimaga”
Sólo adquiría cierto interés su vida cuando recibía las plantas y las colocaba en los macizos mejores del jardín.
A veces lo que había pedido con esperanzas de sorpresa, estaba reducido semillas y tenla que esperar largamente a que produjesen su flor.
Su extraña figura de poeta retirado en el jardín de las tapias altas adquiría propor- ciones de mago cuando colocaba las semillas en el plantel que había preparado con la escardadera. El mismo no sabía qué flores iban a brotar, y esperaba durante algunos meses el primer brote de la nueva planta.
Siempre tenía enterrados en el jardín varios jeroglíficos de esos, y eran los que amenizaban sus paseos y sus miradas rastreadoras de hombre triste y desenga- ñado.
Pensaba en sus poemas con ilusión, deseando hacer de ellos gracia de la mañana y consolación propia, en vez de tenerlos que enviar lejos, buscando otras miradas y otras almas.
Los poemas no debían necesitar esa vida de ostentación y publicidad, sino que debían servir para alegrar el jardín íntimo...
i.
    BELLEZA
COMPRIMIDO
(«DEL PADREnuESTRO»)
novejarque
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