Page 40 - Hispania nostra
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JAVIER RIVERA BLANCO
España es, de Europa, el país que más premios ha conseguido desde que se crearon en 1978, un total de
186. Una visión general de los mismos manifiesta una historia de la conservación de nuestro Patri- monio con los ojos europeos. Pero casi coincide también con la implantación de la democracia (1977) y con el desarrollo de nuevas leyes de Patrimonio Histórico Español y de las comunida- des autónomas.
En efecto, estos galardones, de alguna manera, constituyen una historia de nues-
tra* conservación de monumentos a través de los ojos de esta institución. Es cierto que para acceder a la nominación de estos premios es necesario postularse por parte de alguna enti- dad, por los promotores, por los arquitectos,
por los titulares, etc. Esto supone que es preciso el deseo de participar y obligatorio presentar junto a la solicitud un expediente informativo al respecto. De esta manera hay muchas obras o personas que al no haberse presentado nunca es imposible que fueran premiadas y, en efecto, hay personalidades y obras ejemplares que nunca serán galardonadas, pero muchas otras sí han participado y las premiadas permiten realizar una visión, parcial, pero bastante amplia de lo que ha acontecido respecto a nuestro Patrimo- nio en España y de lo que ha llamado la atención fuera. Y lo interesante es que la visión de los tribunales formados por profesionales europeos, coincide en gran medida con las tendencias españolas de la restauración, prevaleciendo los criterios emanados de las Cartas, como la de Venecia, 1964, el Convenio Europeo del Paisaje (2000), la Carta de Cracovia (2000), etc., lo que manifiesta que los criterios aquí aplicados son homologados en Europa, tanto para las restaura- ciones técnicas integrales, como para las que se
fundamentan en añadidos contemporáneos. Se aprecian allí menos las reintegraciones en estilo, aquí minoritarias también.
Haremos un recorrido por parte de los premiados y resaltaremos sintéticamente
el hecho por el que han sido considerados en el caso exclusivo de la Categoría de conservación del Patrimonio, renunciando en este momento a las otras categorías que define la organiza- ción, así como a los premios realizados a bienes muebles. En este ámbito podemos distribuir los lugares en dos sectores:
Edificios civiles y militares
Es significativo que los dos primeros premios de Europa Nostra (EN) a España, en 1978, lo fueran a obras civiles, las restauraciones de la torre cánta- bra de La Beltraneja (Queveda) y «del conjunto urbano de la villa de Covarrubias» (Burgos). Esta fue modélica en su momento, pues con ayuda municipal, asociaciones locales y del Estado
se restauró integralmente todo el pueblo (unas doscientas viviendas), calles, monumentos, etc.
En 1928 se crearon los Paradores Naciona- les de Turismo por el Marqués de Vega Inclán y Alfonso XIII para dotar a España de instalaciones hoteleras de calidad. Desde entonces monumen- tos o edificios de nueva planta han constituido la Red de Paradores, programa que EN premió en 1980. En las obras intervinieron arquitectos de prestigio que no siempre conservaron lo máximo de la preexistencia, pero el modelo se convir-
tió en excelencia. Otro de los primeros premios (1980) se concedió a la «recuperación de las murallas romanas de Lugo» (2.117 metros), liberadas de construcciones adheridas durante siglos, con la participación de técnicos como
L.E. Pedrosa y A. González.
38 HISPANIA NOSTRA · 4O ANIVERSARIO