Page 53 - Gaudí. La búsqueda de la forma
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59GAUDÍ Y LA CONSTRUCCIÓNNo puede llegar a entenderse cómo materializó Gaudí su arquitectura si sólo se con- sidera alguna de las vertientes en las que a menudo se descompone su complejidad: una exuberancia formal desbordada, una racionalidad estricta o una originalidad superla- tiva, por poner tres ejemplos.Es muy cierto que en la obra de Gaudí el ingenio constructivo y la gran capacidad de conciliar los múltiples problemas prácticos se encuentran siempre bajo la potente dirección de sus razones estéticas, con una capacidad creativa casi ilimitada. Sin embar- go, también es verdad que Gaudí no es un artista plástico que cree formas que se jus- tifiquen en sí mismas, sino que siempre son consecuencia de una voluntad decidida de resolver, desde la raíz misma (o, como decía él mismo, desde el origen), todos los pro- blemas de tipo práctico.Y ésa es la clave: su originalidad no se basa ni en materiales nuevos ni en nuevas formas extrañas, sino en soluciones nuevas, resueltas con un extraordinario ingenio cons- tructivo, que surgen de analizar los problemas de siempre, pero desde la raíz, desde el origen (Flores, 1983). Para entender, pues, la manera gaudiniana de construir, debe- mos abordar todas las vertientes a un tiempo, teniendo siempre presente, en primer lugar, ese carácter radical (u original), y después el sintético, o, mejor dicho, arquitec- tónico (A. González, 1995).El objetivo de este texto es mostrar, por medio de algunos ejemplos, esa forma de trabajar tan propia de Gaudí.Materiales y fábricasGaudí casi no utilizó otra cosa que los materiales propios de la arquitectura de los siglos anteriores al XIX. Con el acero laminado, muy frecuente ya desde mediados del XIX para salvar grandes luces, hizo tan sólo vigas o elementos de poco vuelo. Las escasas excepciones las encontramos en una obra temprana, el Palau Güell, en unas jácenas al servicio de una idea espacial radical (A. González, 1990b), y en otras dos obras de madurez, la Casa Milà y el Parc Güell, en las que el acero hace posibles formas impo- sibles. Otra excepción la constituye el uso sistemático del cemento pórtland en la igle- sia de la Colònia Güell (Vendrell, 1997-2001).Durante la primera etapa, hasta el cambio de siglo, definida por un eclecticismo expe- rimentador (Solà-Morales, 1983; Tarragó, 1981) con el ladrillo y la piedra, Gaudí hizo fábricas revestidas o sin revestir con los aparejos usuales. Las fachadas del Palau Güell, la Casa de los Botines, la Casa Calvet, Bellesguard o la parte construidaJOSEP-LLUÍS GONZÁLEZ ALBERT CASALSA la izquierda: Planta baja del colegio de las Teresianas. Las ménsulas que sobresalen de las paredes laterales sostienen los pasillos de la planta superior (fig. 7)


































































































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