Page 26 - EL FUTURO NO ES DE NADIE TODAVÍA. EUGENIO AMPUDIA
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las nubes, eso que aún sigue generando momentos random en nuestra sociedad del control.Varias obras de Eugenio Ampudia pueden pasar desaperci- bidas en un primer instante. Son gestos mínimos, pero gestos que facilitan una catarata de posibilidades a posteriori: ima- ginemos, por ejemplo, una biblioteca clásica. Todo en orden. Los libros en sus estanterías, la cultura a salvo. Pero en los lomos de algunos libros aparece imagen en movimiento. Los libros dejan de ser libros para pasar a ser algo que está su- cediendo frente a nuestros ojos. Es casi mágico, los libros como elementos vivos. Y sí, estamos acostumbrados a la ima- gen en movimiento, pero en el templo de la quietud que es la antigua biblioteca los pequeños gestos posibilitan otra narra- ción, otra mirada, otra emoción. Imaginemos ahora un enorme espacio industrial convertido en un vacío, de dimensiones aún mayores, al instalar Eugenio Ampudia un estanque de agua que ocupa toda la superficie. Espacio doblado mediante el espejo del agua. Quietud de nuevo, y una sensación de irre- alidad. Y en este lugar donde el tiempo también se ha parado un detonante genera una ola en el estanque. La imagen se rompe. El presente se rompe. Hay un antes y un después.Blanca de la Torre1 habla, a partir de Ampudia, sobre la difi- cultad de la simplicidad, algo que de algún modo nos acerca a la idea de honestidad. Llegar a una propuesta «simple» im- plica desnudarse, eliminar corazas y permitir un acercamientopor parte de muchos. Hay obras de arte que se plantean sin miedo a ser saboreadas, a ser manoseadas, a ser pensadas e interiorizadas. Y para llegar a esta posibilidad el camino no es fácil, lo fácil es defenderse y evitar todo posible diálogo, toda posible pregunta.Ampudia durmiendo frente a un Goya, frente a Los fusilamien- tos del tres de mayo. Una pintura en una institución. Una pin- tura icónica, una imagen popularizada, un ítem que se ha con- vertido en la imagen asumida como la representación de unos hechos. La mirada de Goya es la que ha pasado al futuro, los colores del fusilamiento son los suyos, el cuadro es arte pero también es ilustración en los libros de historia en contextos escolares. Libros de historia que irán contando varias historias a partir de unos hechos. La historia, ese contenedor hábil y perverso para la subjetividad en el que Goya logra colarse para difundir unos tonos y una emoción difícil de descifrar. La violencia latente, el saber que aquí hay un giro en la narración. También un antes y un después.Ampudia durmiendo frente a este cuadro, durmiendo en el museo. Y a partir de aquí durmiendo en otros tipos de institu- ción, durmiendo en bibliotecas, durmiendo en espacios para la música, durmiendo también en ese vacío enorme de hangar ferial que después será ARCO, la feria de arte contemporá- neo de Madrid, la ciudad de ese fusilamiento. Ampudia dur- miendo frente a murales, durmiendo sin generar un problema26 | EUGENIO AMPUDIA. EL FUTURO NO ES DE NADIE TODAVÍA26 | EUGENIO AMPUDIA. EL FUTURO NO ES DE NADIE TODAVÍA


































































































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