Page 245 - El arte del poder
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 Retrato de Carlos II armado
Juan Carreño de Miranda (1614-1685)
1681
Óleo sobre lienzo; 234 x 127 cm
Firmado: «Ioannes a Carreño Fact. Pictor. Camerae Regiae Ms. Caroli II Anno 1681»
Madrid, Museo Nacional del Prado, n.o inv. P-7101
bibliografía: Fernández Bayton 1985, p. 93, n.o 18; Pérez Sánchez 1986, pp. 48-49 y 232-233, n.o 54; Soler 2000, pp. 64-65; García-Frías 2001b, pp. 16-25; Bassegoda 2002, p. 231; Finaldi 2006, p. 106, n.o 28
Carreño plantea en este retrato de cuerpo entero la nueva imagen oficial de Carlos II en edad adulta, tomando como modelo el proto- tipo iconográfico establecido por la escuela retratística española. El rey luce rica armadura alemana, espada, bastón de mando y banda carmesí de general de sus ejércitos, dotándole de un aspecto majes- tuoso y heroico. La armadura reproducida es la “de la labor de aspas” de Wolfgang Grosschedel de 1551, una de las piezas más emblemáti- cas de Felipe II (cat. 50), por su iconografía tan ligada a la dinastía habsbúrgica y por su relación directa con la conmemoración de la victoria de San Quintín sobre Francia. Quizás Carlos II quería tam- bién celebrar la recién firmada Paz de Nimega (1678), tras varios años de guerra con Francia, a la que se alude en la escena de batalla del fondo, y que terminó con el acuerdo de enlace matrimonial con María Luisa de Orleans, sobrina de Luis XIV. Precisamente este retrato es la primera réplica del original, pintado por Carreño en 1679, que se envió a Francia durante la negociación de sus esponsales.
El representativo Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid es la estancia elegida como fondo, al igual que en sus retratos de ado- lescente en pareja con los de su madre Mariana de Austria. Sobre uno de los bufetes sobre leones de bronce del Salón se disponen el casco y las manoplas, de igual forma a como aparecían en el retrato armado de Felipe II de Tiziano de 1551 (Prado, P-411) y en el de Feli- pe IV de Velázquez de hacia 1653 (Prado, P-1219). Curiosamente, este último y el de Carlos II figuraron enfrentados en los testeros de la Quadra de Mediodia del palacio escurialense, y emparejados con las reinas. El de Carlos II debió de estar con uno de María Luisa de Orleans, aunque en realidad sólo aparece registrado documentalmen- te con el de su segunda esposa, Mariana de Neoburgo (inventario de Carlos II de 1700), que se identifica con uno de Claudio Coello del monasterio de El Escorial (Patrimonio Nacional, n.o inv. 10034432), gracias al dibujo titulado Perfil de la Meridiana tirada en la Sala de Corte del Rey en su Rl. Palacio del Escurial de Jan Wedlingen (1755), de la Library of Congress de Washington. c.g.-f.c.
Portrait of Charles II in Armor
Juan Carreño de Miranda (1614-1685)
1681
Oil on canvas; 234 x 127 cm
Signed: “Ioannes a Carreño Fact. Pictor. Camerae Regiae Ms. Caroli II Anno 1681”
Madrid, Museo Nacional del Prado, inv. no. P-7101
bibliography: Fernández Bayton 1985, p.93, no. 18; Pérez Sánchez 1986, pp. 48-49 and 232-233, no. 54; Soler 2000, pp. 64-65; García-Frías 2001b, pp. 16-25; Bassegoda 2002, p. 231; Finaldi 2006, p. 106, no. 28
In the present full-length portrait Carreño depicts the new official image of Charles II as an adult, taking as a model the iconographic prototype established by the Spanish school of portraiture. Charles displays ornate German armor, a sword, a baton of command, and the crimson sash of general of his armies, giving him a majestic and heroic appearance. The armor shown is the “Burgundy cross” garniture made by Wolfgang Grosschedel in 1551, one of Philip II’s most significant pieces (cat. 50) on account of its iconography, closely connected with the Habsburg dynasty, and its direct rela- tionship with the commemoration of the victory over France at St Quentin. Perhaps Charles II also wished to celebrate the recent Peace of Nimega (1678) signed after several years of war with France—represented by the background battle scene—which end- ed in an agreement on his marriage to Marie Louise of Orleans, Louis XIV’s niece. This portrait is precisely the first replica of the original painted by Carreño in 1679 and sent to France during the marriage negotiations.
The representative Hall of Mirrors in the Alcázar palace in Madrid is the chosen setting, as in the paired teenage portraits of Charles and his mother, Mariana of Austria. His helmet and gauntlets lie on one of the desks supported by bronze lions in the Hall, as in Titian’s portrait of Philip II in armor painted in 1551 (Prado, P-411) and in Velázquez’s of Philip IV of about 1653 (Prado, P-1219). Curiously the latter work and the present painting of Charles II hung opposite each other on the walls of the Quadra de Mediodia in the palace of El Escorial, paired with those of the queens. That of Charles II must have had one of Marie Louise of Orleans as its companion piece, although the records only pair it with a portrait of his second wife Mariana of Neuburg (1700 inventory of Charles II), which has been identified as one by Claudio Coello in the Monastery of El Escorial (Patrimonio Nacional, inv. no. 10034432) thanks to the drawing entitled Perfil de la Meridiana tirada en la Sala de Corte del Rey en su Rl. Palacio del Escurial by Jan Wedlingen (1755) in the Library of Congress in Washington. c.g.-f.c.
244 la real armería en el retrato español de corte















































































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