Page 233 - El arte del poder
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Felipe II a caballo
Pedro Pablo Rubens
Hacia 1630-1640
Óleo sobre lienzo; 247 x 223 cm
Madrid, Museo Nacional del Prado, n.o inv. P-1686
bibliografía: Bottineau 1958; Orso 1986; Horn 1989; Vergara 1999
La imagen del rey en este retrato se basa en un tapiz diseñado por Jan Cornelisz Vermeyen y en un cuadro de Tiziano. El diseño de la figura y el caballo repiten el retrato de Carlos V que se incluye en el tapiz La marcha de Rada, perteneciente a la serie La conquista de Túnez, diseñada por Vermeyen entre 1546 y 1554 aproximadamente. Rubens pudo conocer esta famosa serie de tapices en 1628-1629, durante su visita a la corte española, donde se encontraba, o a través de otras ediciones o de estampas1.
Los únicos cambios que ha hecho Rubens respecto del tapiz de Vermeyen conciernen al rostro del rey y a algunos detalles de su arma- dura. Rubens ha cambiado a Carlos V por su hijo Felipe II, y lo ha hecho basándose en el retrato de este rey en armadura pintado por Tiziano en 1551 (Prado), del que sabemos que Rubens realizó una copia durante su estancia en Madrid2.
No conocemos la razón que llevó al pintor a realizar el cuadro, ni sabemos cuándo ni dónde lo hizo. El rostro de Felipe II es tan simi- lar en su aspecto y proporciones al pintado por Tiziano que Rubens debió de utilizar algún método mecánico para transferirlo al retrato ecuestre3. Esto, sin embargo, no demuestra que el cuadro se pintase en la corte española. Rubens pudo regresar a Amberes con los apun- tes necesarios para realizar allí el cuadro. La probabilidad de que así fuese deriva de la existencia de copias de este cuadro que parecen, por su estilo, hechas en Flandes, y de hecho de que la preparación que se ha encontrado en el lienzo contiene carbonato cálcico, mucho más común en Flandes que en España4. Como señala Álvaro Soler en este mismo catálogo, la imprecisión con que Rubens pintó la par- te de la armadura que cubre los muslos (llamada quijote), que no está en el retrato de Tiziano, también sugiere que el cuadro se pintó lejos de Madrid, donde hubiese tenido acceso a la armadura5.
El contexto que mejor explica el origen de este cuadro es el de los retratos ecuestres de miembros de la familia real que Felipe IV encar- gó en las décadas de 1620 y 1630. El rey trasladó del palacio de El Pardo al Alcázar el retrato de El emperador Carlos V, a caballo, en Mühlberg de Tiziano (cat. 41) y encargó un retrato ecuestre de sí mis- mo a Velázquez para colgar en la misma sala (desaparecido). A Rubens le encargó otro retrato de sí mismo durante la estancia del pintor en Madrid (desaparecido), retrato que substituyó al de Veláz- quez. En la década siguiente encargó a Velázquez y al escultor Pie- tro Tacca sendos retratos ecuestres de sí mismo (Museo del Prado y Plaza de Oriente de Madrid), además de retratos de su hijo Baltasar Carlos, de su esposa Isabel de Borbón, y de sus padres Felipe III y Margarita de Austria (todos en el Prado). Además, en la Casa de Campo había una estatua ecuestre de Felipe III, obra de Giambo- logna y Pietro Tacca (Plaza Mayor de Madrid). La única figura a quien se echa en falta en este grupo de retratos repartidos por los
Philip II on Horseback
Peter Paul Rubens
C. 1630-1640
Oil on canvas; 247 x 223 cm
Madrid, Museo Nacional del Prado, inv. no. P-1686
bibliography: Bottineau 1958; Orso 1986; Horn 1989; Vergara 1999
The image of the king in the present portrait is based on a tapestry by Jan Cornelisz Vermeyen and a painting by Titian. The design for the figure and the horse is taken from a portrait of Charles V in the tapestry entitled The March to Rada belonging to the Con- quest of Tunis series designed by Vermeyen between about 1546 and 1554. Rubens may have seen this famous series in person in 1628- 1629 during his visit to the Spanish court, where it hung, or through other editions or prints.1
The only change Rubens has made to Vermeyen’s tapestry is in the face and the king’s armor. Rubens replaces Charles V with his son Philip II, taking as a basis the portrait of Philip in armor painted by Titian in 1551 (Museo del Prado), of which Rubens is known to have made a copy during his stay in Madrid.2
It is not known what led the painter to produce this painting or when or where it was executed. Philip II’s face is so similar in appearance and proportions to that painted by Titian that Rubens must have used some mechanical method to transfer it to his equestrian portrait.3 However, this does not prove that the picture was painted at the Spanish court. Rubens could have returned to Antwerp with the drawings or sketches needed to execute the painting there. That this was the case is suggested by the existence of what appear, on stylistic grounds, to be Flemish-made copies of this equestrian portrait and by the fact that the ground layer has been found to contain calcium carbonate, which was much more widely used in Flanders than in Spain.4 As Álvaro Soler points out in this catalogue, the lack of precision with which Rubens painted the part of armor covering the thighs (called cuisses)—which is not depicted in Titian’s portrait—also suggests that the picture was painted far from Madrid, as otherwise he would have had access to the armor.5
The context that best explains the origins of this portrait is the equestrian portraits of members of the royal family commissioned by Philip IV during the 1620s and 1630s. The king moved Titian’s portrait of Emperor Charles V, on Horseback, at Mühlberg (cat. 41) from El Pardo to the Alcázar palace and commissioned an equestrian portrait of himself from Velázquez (now lost) to hang in the same room. He commissioned another portrait of himself from Rubens while the painter was in Madrid (also lost) to substitute the one painted by Velázquez. In the following decade he commissioned equestrian portraits of himself from Velázquez and the sculptor Pietro Tacca (Museo del Prado and Plaza de Oriente, Madrid), in addition to portraits of his son Baltasar Carlos, his wife Elizabeth of Bourbon, and his parents Philip III and Margaret of Austria (all in the Prado). There was also an equestrian statue of Philip III by Giambologna and Pietro Tacca
232 la real armería en el retrato español de corte