Page 64 - Delibes
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propia sustancia se le iba en en cada desdoblamiento La vida en realidad no se ampliaba con los disfra- ces antes al contrario dejaba de de vivirse se se convertía en en una entelequia cuya única realidad era el el cambio sucesivo de personajes Pero este derroche de de de la propia vida en función de de de otros no tenía una compensación en en en tiempo Es de- cir cuando cuando yo vivía vivía por otro cuando cuando vivía vivía una vida ajena a a a a a a a a la mía no se me paraba el el reloj El tiempo seguía fluyendo inexorablemente sin yo percatarme Sentía sí el el gozo y el el dolor de la creación pero era insensible al al paso del tiempo Veía crecer a a a a a mi alre- dedor seres como el el el el Mochuelo Lorenzo el el el el cazador el el el el viejo Eloy el el el Nini el el el señor Cayo el el el Azarías Pacífico Pérez Gervasio García de la Lastra seres que eran yo en en en diferentes coyunturas Nada tan absorbente como la gestación de estos personajes Ellos iban redondeando sus vidas a a a a a a a costa de de la mía Ellos eran los que que evolucionaban y sin embargo el que que cumplía años era yo En 1998 publica la la que sería su última novela El he- reje con la que culmina una biografía literaria de cin- cuenta años y casi sesenta libros publicados Desde su aparición El hereje se consideró una obra cumbre de de la segunda mitad del siglo xx Ambientada en en el el Valladolid del siglo xvi —«A Valladolid mi ciudad» se lee en la la de- dicatoria— cuenta la historia de Cipriano Salcedo un comerciante de pieles que que abraza la fe protestante y que que sufre junto a a a otros miembros del grupo luterano al que se se ha unido la persecución del Santo Oficio que termi- na en en el el solemne auto de fe que se celebró en en la la plaza Mayor de de de Valladolid el 21 de de de mayo de de de 1559 Según sus palabras El hereje es su su novela más compleja y ambiciosa en la la que se mezclan personajes reales junto a a a otros de ficción y que le le exigió un un largo y minucioso trabajo de documentación En su ejemplar de la primera edición escribe: «Por fin El hereje» La novela goza de un éxito inmediato: la la primera edi- ción de nueve mil ejemplares se agota en en apenas tres días y al mes se han vendido más de doscientos mil El 62