Page 71 - Carlos III. Proyección exterior y científica de un reinado ilustrado
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 ESPAÑA Y LA INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS 69
también demasiado arriesgado el ejemplo de una rebelión para que Su Majestad se ponga a apoyarla a cara descubierta.”24. Lo que sí podía hacer el rey, apoyado en esta nueva alianza con Francia, era declarar la guerra contra Gran Bretaña, cosa que hizo el 21 de junio de 1779.
La prioridad era reconquistar Gibraltar pero, a pesar del gran despliegue de fuerzas navales y militares en el largo sitio de esa plaza, fracasó el intento25. Fue la mayor decepción de esta guerra para los españoles. Por contraste, fueron sonados éxitos las campañas de 1779, 1780 y 1781 de Bernardo de Gálvez en la Florida Occi- dental. Este joven sobrino de José de Gálvez había sido nombrado gobernador de la Luisiana al principio de la guerra, precisamente con el fin de prepararse y perseguir los objetivos bélicos que se habían trazado en Norteamérica. Con su arrojo, y mos- trando grandes dotes de liderazgo militar, consiguió superar innumerables y graves contratiempos, hasta capturar, una tras otra, las plazas británicas de Manchac, Baton Rouge, Natchez, Mobila y Panzacola. Estas victorias no solo dieron a España el do- minio sobre la Florida Occidental y, por lo tanto, sobre la orilla oriental del curso inferior del río Mississippi, sino que mejoraron sensiblemente el control español de la costa septentrional del Seno Mexicano y, por lo tanto, de la seguridad de navegación de los navíos españoles en sus viajes de retorno26. Aun hubo otras acciones victoriosas. En febrero de 1782 el general duque de Crillón tomó Menorca, y en mayo de 1782 Juan de Cagigal impidió a los británicos refugiarse en las Bahamas, al lograr capturar la isla de Nueva Providencia27.
Sin embargo, para los británicos la guerra prácticamente se había acabado con la derrota en Yorktown en octubre de 1781, y poco después el gobierno de Londres empezó a pensar en tantear la apertura secreta de negociaciones de paz con los esta- dounidenses. La tentativa tuvo éxito, pues entre septiembre y noviembre de 1782 se logró negociar unos preliminares de paz que formarían la base para el tratado defini- tivo28. Aranda calificó el contenido de esos acuerdos preliminares como “asombroso”, expresando al mismo tiempo sus temores sobre su significado para el logro de los objetivos españoles29. William Carmichael, el encargado de negocios de los Estados Unidos en Madrid tras la marcha de John Jay, observó que la noticia de las concesio- nes británicas a los estadounidenses fue recibida con “sorpresa” e incluso “disgusto” por varios asesores de Carlos III, quienes insinuaron sus sospechas de una complici- dad francesa con los representantes estadounidenses para forzar al gobierno español a aceptar la paz. El americano comentó, además, que Floridablanca había dicho a un amigo suyo (de Carmichael) que los franceses se habían precipitado demasiado en comenzar la guerra, y lo volvían a hacer para concertar la paz30.
Mientras se desarrollaba la última fase de la guerra, las conversaciones entre españoles y estadounidenses ponían de relieve, cada vez más, no solo que los dos países realmente tenían muy pocos intereses en común, sino que sus diferencias no
24. Grimaldi a Aranda, El Pardo,
4 de febrero de 1777. AHN, Estado, legajo 3884, citado en HERNÁNDEZ FRANCO, Juan. “El gobierno
español ante la independencia de los Estados Unidos. Gestión de Floridablanca (1777 1783)”. Anales
de Historia Contemporánea (Murcia). 8 (1990-1991), p. 171.
25. TERRÓN PONCE, José L. El gran ataque a Gibraltar de 1782 (Análisis militar, político y diplomático). Madrid: Ministerio de Defensa, 2000.
26. Sobre las campañas de Bernardo de Gálvez en las Floridas, véase por ejemplo: CAugHEY, John W. Bernardo de Gálvez in Spanish Louisiana, 1776-1783. Berkeley, 1934. Gretna, LA: Pelican, 1972; STARR, J. Barton. Tories, Dons and Rebels. The American Revolution in British West Florida. Gainesville: University Presses of Florida, 1976; HAYNES, Robert V. The Natchez District and the American Revolution. Jackson: University Press of Mississippi, 1976; HOlMES, Jack D. L. The 1779 ‘Marcha de Gálvez’: Louisiana’s Giant Step Forward in the American Revolution. Baton Rouge: Baton Rouge Bicentennial Corporation, [1976]; BEERMAN, Eric; E. A. MONTEMAYOR (editors). Yo Solo: The Battle Journal of Bernardo de Gálvez during the American Revolution. New Orleans: Polyanthos Press, 1978; MEDiNA ROJAS, Francisco de Borja. José
de Ezpeleta, Gobernador de la Mobila, 1780-1781. Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1980; SERViES, James A. The Siege of Pensacola, 1781: A Bibliography. Pensacola: John C. Pace Library, 1981; PARKS, Virginia (edited). Siege! Spain and Britain: Battle of Pensacola, March 9-May 8, 1781. Pensacola: Pensacola Historical Society, 1981; COKER, William
S.; Hazel P. COKER. The Siege of Pensacola, 1781, in Maps, with data






















































































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