Page 53 - Carlos III. Proyección exterior y científica de un reinado ilustrado
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 LA GUERRA DE LOS SIETE AÑOS (1754 / 1756-1763) 51
Tratado también a Parma y Nápoles. Según el Pacto, los enemigos de uno, lo eran de todos; todos los súbditos de las potencias firmantes disfrutaban de iguales derechos mercantiles. Tal Tratado y las impertinencias inglesas en América provocaron lo que no se quiso, pero que era inevitable: la declaración de guerra entre España e Inglaterra a lo largo de enero de 1762. Inmediatamente después, Portugal y España entraron también
en guerra entre sí.
2 LAS CONSECUENCIAS DEL PACTO
Como señala William Norman Hargreaves-Mawdsley14, la campaña portuguesa, dio escasos frutos, pero puede “considerarse afortunada para España si se compara con la guerra librada contra el formidable poder naval de Gran Bretaña, que tenía su dis- posición 372 buques de guerra, contra los que España sólo podía enfrentar 58 buques de guerra, 27 fragatas y 16 jabeques.”. Aunque en esto del poder naval se han dado tantas cifras, en buques o toneladas, que causa admiración la dispersión de datos.
En efecto, la campaña por tierra en Portugal se vio ensombrecida por enfren- tamientos militares en otras partes del Planeta, que ese era el poder naval español mantenido prácticamente incólume durante dos siglos y medio. Pero el 6 de junio de 1762 el almirante George Pocock apareció frente a La Habana con veinticuatro navíos de guerra, diez fragatas y —sobre todo— ciento cuarenta buques de transporte al
14. HARDgREAVES-MAWDSlEY, William Norman. Eighteenth-Century Spain (1700-1788). London: McMillan Press, 1979, p. 106.
  Rafael Monleón. Defensa del Morro de La Habana (1 de julio de 1762). 1873. Óleo sobre lienzo. Museo Naval (Madrid). Cat. no 60.



























































































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