Page 172 - Carlos III. Proyección exterior y científica de un reinado ilustrado
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 MIGUEL LUQUE TALAVÁN 170
 Investigaciones Históricas (Serie Historia Novohispana; 87) : Instituto Mora, 2011, pp. 144 y 164.
23. La correspondencia de
la legación española en San Petersburgo que hemos podido consultar, y que fue generada en
los meses de junio y julio de 1790, ofrece repetidas noticias acerca
de la posición de Nootka en la
costa Noroeste del actual Canadá (Archivo Histórico Nacional (Madrid) —en adelante, AHN—, Estado, 6121, Caja 1, Expediente 1, Documento número 172, “Al Señor Floridablanca. Sobre los descubrimientos y establecimientos de los Rusos en
las Yslas del mar del Sud” —24 de marzo de 1790—). Acerca del mismo asunto puede verse también: AHN, Estado, 6121, Caja 1, Expediente 3,
8 documentos sin numeración; y AHN, Estado, 4287, Expediente 1, “Correspondencia dirigida al conde de Floridablanca, secretario de Estado, por el secretario de Marina Antonio Valdés [Antonio Joaquín
de Valdés Fernández-Bazán] sobre Nootka” —años 1787-1792—. Entre los numerosos trabajos dedicados a la etnografía de este área, podemos remitir a los realizados por Emma Sánchez Montañés. Por ejemplo: SÁNCHEZ MONTAñÉS, Emma. “Cultural Frontiers in North America: Science, Ethnology, and Art in Eighteenth- Century Spanish Expeditions to the Pacific Coast”, en ÁguEDA VillAR, Mercedes; Carolyn Kinder CARR;
Dru DOWDY; Eduardo GARRiguES;
y Alicia PiQuER (coordinadores). Legacy: Spain and the United
States in the Age of Independence, 1763-1848 / Legado: España y los Estados Unidos en la era de la Independencia, 1763-1848. [Madrid]: Smithsonian Institution : Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España (SEACEX) : Fundación Consejo España-Estados Unidos, 2007, pp. 107-123.
Nos referimos a las realizadas por Felipe González de Haedo a la isla de Pascua en 1770.Y de las enviadas a Tahiti a cargo de Domingo de Bonaechea en 1772-1773; de Bonaechea y de Tomás Gayangos de 1774-1775; y de Juan Cayetano de Lángara en 177526.
Se da la circunstancia que, como en otras ocasiones de la misma centuria, entre los tripulantes de estos periplos viajaban oficiales de la Marina española. Hom- bres en los que ciencia y milicia se combinaban sin dilución y en cuya formación puede distinguirse el movimiento de renovación cultural que supuso la Ilustración. Por este motivo, y en muchas de las actuaciones de estos marinos, pueden vislum- brarse algunos de los rasgos definitorios del hombre ilustrado: curiosidad, método, constancia, ideas reformistas, etc. Los futuros oficiales recibían en la Academia de Guardias Marinas gaditana una sólida preparación teórica y empírica; aprendiendo Aritmética, Geometría, Matemáticas, Trigonometría, técnicas de navegación, uso de las cartas y de los instrumentos náuticos, fundamentos astronómicos y geográficos, levantamiento de planos, dibujo, etc27.
* * * * *
José Antonio Alzate y Ramírez, insigne polígrafo novohispano, preguntaba en 1772: “¿Habrá quien se atreva a negar que las ciencias en los últimos años del siglo pasado y en lo que corre del nuestro, siglo verdaderamente de las luces, han tomado otro semblante?”28 Reflexión que nos permite vislumbrar la percepción de toda una cen- turia que confió en el poder progresista de la Ciencia y del conocimiento29.
Fueron complejos los factores que hicieron resurgir el interés por emprender nuevas exploraciones tanto al continente americano y sus costas, como a las regiones insulares del océano Pacífico. Esta vez, y a diferencia de los realizados en siglos ante- riores, con unos objetivos donde política internacional, estrategia y ciencia estuvieron muy presentes, aunque en diferente proporción según los viajes de los que nos ocu- pemos. Conforme expuso Paul Hazard, “(...) del saber nacía el poder; se dominaba la naturaleza conociéndola.”30.
Como sucedió con muchas de las actuaciones emprendidas durante el Siglo Ilustrado español en el campo de la ciencia, el resultado de este proceso, aquí apenas esbozado en algunas de sus líneas principales, fue espectacular. Aunque en la época, y en no pocos de los casos aquí tratados, bien la aplicación del secreto de Estado a los importantes resultados obtenidos, bien motivaciones políticas coyunturales (como fue el caso de la expedición Malaspina), hicieron que sus aportaciones a disciplinas tales como la Geografía, la Botánica, la Física, etc. no siempre gozasen de la proyec- ción pública que sí tuvieron las realizadas por científicos de otras nacionalidades europeas.
















































































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