Page 166 - Carlos III. Proyección exterior y científica de un reinado ilustrado
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 14. José María Jover Zamora, en varios de sus trabajos, realizó
unos interesantes análisis acerca de la situación de la diplomacia española en la época de Carlos III y en relación a lo que él denominó el problema del equilibro americano —no olvidemos que los asuntos de la Monarquía se pensaban siempre de forma global— (JOVER [ZAMORA], José María. Política mediterránea
y política atlántica en la España
de Feijoo. Oviedo: Artes Gráficas “Grossi”, 1956, p. 2. JOVER ZAMORA, José María. España en la Política Internacional. Siglos XVIII-XIX. Madrid: Marcial Pons (Historia), 1999, “IV. Carlos III y el problema
del equilibrio americano”, pp. 96- 99). Ibídem, p. 96. Un fragmento
de dicha carta es bien revelador
del sentir del monarca napolitano
y de las pautas que iban a guiar su política exterior una vez en España, en especial cuando unos meses después —el 18 de septiembre— Quebec capitulase ante las fuerzas inglesas: “Reflexiona el Rey, y todo el mundo conoce fácilmente, que
la fuerza y la población inglesa en América ha crecido sumamente y va continuamente creciendo, y que los Estados ingleses en aquella parte, por las artes, por las fábricas, por
la organización, por el número de los habitantes, vienen a ser iguales
o más que los pueblos de Europa. Los franceses intentaban hacer allí lo mismo y lo intentarán después de acabada la guerra. Todos anhelan los Estados españoles, donde
están las minerías y otras materias que ellos no tienen. Se considera por esto la necesidad en que se encuentra España de guardarse muy mucho y con eficacia en América, más urgente y grave de la que tiene de guardarse en Europa.” (recogido en Ibídem).
15. LuQuE TAlAVÁN, Miguel; Carlos MONDRAgÓN. “El Capitán Cook en los Mares del Sur a través de
2 EL PACÍFICO AMERICANO: DE LAGO ESPAÑOL A OCÉANO AMENAZADO La expansión por el océano Pacífico fue un objetivo presente en la mente de los his-
panos desde la época de Hernán Cortés. Así, él mismo y, luego, otros tras él, promo- cionaron o comandaron expediciones de descubrimiento y conquista a lo que ha llegado a ser conocido historiográficamente como el Lago Español. Empero, el devenir de los diferentes acontecimientos que afectaron a la Monarquía a lo largo del siglo XVii impidieron culminar y consolidar este proceso. Quedando reducidos los intereses hispanos a mantener su soberanía sobre las islas Filipinas y las Marianas. No fue hasta el siglo XViii cuando se recuperó el interés de adentrarse nuevamente en aque- llas regiones oceánicas.
En el continente americano, fueron los virreinatos de la Nueva España y del Perú los dos focos principales desde los que se afrontó el reto. Todo ello con un objetivo muy claro: tratar de neutralizar las aspiraciones de otras naciones europeas —como Rusia, Francia o Inglaterra— en una región tan vasta y diversa geográfica y culturalmente. Intereses europeos que no solo se focalizaron en las aguas del océano magallánico, sino también en otras partes de la región continental asiática.
a) La diplomacia española y la cuestión del equilibrio indiano
El 7 de agosto de 1759, tan sólo unos días antes de la muerte de Fernando VI (fallecido el día 10 de ese mismo mes), el marqués Bernardo Tanucci —ministro del rey Carlos de Nápoles—, escribía a Ricardo Wall que era secretario de Estado de Fernando VI. El político napolitano informaba a su colega español de cómo el rey Carlos seguía con atención todos los acontecimientos que se estaban produciendo en el continente ame- ricano, en su condición de heredero al trono de su hermano Don Fernando14.
Unos años después, en 1766 y en la misma línea, el príncipe de Masserano, embajador de Carlos III ante la Corte de San Jaime, informó a su monarca del deseo expansionista británico hacia el Nuevo Mundo. Intereses que pronto comenzaron a poner en peligro la primacía española en la zona. No obstante, el esfuerzo español para fortalecer su presencia en la región se vio pronto truncado por nuevos problemas políticos a los que tuvo que hacer frente en Europa. En este contexto y vistas como una amenaza fueron las tres expediciones dirigidas por el capitán James Cook a la Mar de Sur: 1768-1771, 1772-1775 y 1776-1780, respectivamente15.
Estos viajes y otros similares supusieron el inicio del fin del control de iure que, sobre el océano Pacífico, había disfrutado la Monarquía Hispánica desde comienzos del siglo XVi. A partir de ese momento, rusos, franceses o británicos comenzaron a desarrollar y consolidar intereses estratégico-comerciales en aquellas aguas.Y es en este contexto en el que deben de contextualizarse las expediciones españolas dirigidas hacia el Pacífico Sur y hacia la costa Noroeste norteamericana a las que a continuación nos referiremos.
MIGUEL LUQUE TALAVÁN 164














































































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