Page 49 - I estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra
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Cuando el Viejo Mundo europeo y el Viejo Mundo de los CHamoru cruzaron sus caminos en 1521: una perspectiva arqueológica
del periodo Latte en Guam
Rosalind Hunter-Anderson
1. Introducción
Los tres navíos de Magallanes merodeaban por la costa occidental de Guam, con su tripulación sedienta, ham- brienta y extenuada, cuando las canoas de los CHamoru comenzaron a aproximarse. Las cosas no acabaron bien entonces, ni tampoco en el siguiente encuentro en 1526, durante la expedición de Loaysa-Salazar, ni en 1565 con Legazpi (Lévesque, 1995a). Los testigos de estos breves contactos entre europeos y los CHamoru narran asesi- natos, torturas, suicidios, secuestros y la destrucción de casas y canoas como represalia por la insignificante pér- dida de un esquife que pronto fue recuperado, aunque a un alto precio para los isleños. A pesar de los horrores que estos relatos ilustran con total tranquilidad, ofrecen también pistas sobre el estado del sistema cultural de los CHamoru y proporcionan algunos detalles sobre sus vi- viendas, alimentos, embarcaciones, prácticas pesqueras y armas. Estas «instantáneas del pasado» son la materia prima de la que se han nutrido una y otra vez los relatos históricos. Desde un punto de vista científico, tanto los registros arqueológicos como los documentales están necesariamente «incompletos», cuando no son inco- rrectos directamente. Por tanto, es tarea del investiga- dor o la investigadora atribuir un significado a lo que ve
y poner a prueba los hipotéticos significados utilizando datos independientes. Así es como los métodos arqueo- lógicos difieren de los relatos históricos populares, que tienden a reflejar las principales inquietudes sociales de cada momento. En este capítulo, presentamos el regis- tro arqueológico del periodo Latte en Guam junto con los conocimientos que se pueden desprender a través de un enfoque de sistemas culturales. Como sistemas abiertos compuestos de materia, energía e información, los sistemas culturales adaptativos son concretos (al contrario que los sistemas conceptuales y abstractos), según Miller (1965). Los principales componentes de un sistema cultural adaptativo son su organización tecnoló- gica, que aprovecha y transforma la materia y la energía del entorno y controla las perturbaciones; su organiza- ción social, que regula la producción y el consumo de bienes, y su organización ideológica, que guía y media en los actos humanos a través de un conjunto de creen- cias y convicciones (White, 1943). De estas abstraccio- nes se desprende una visión más «terrenal» de la cultu- ra, que tiene en cuenta las condiciones ambientales y las respuestas humanas a estas en relaciones dinámicas. En arqueología, las pistas que conducen a esto último residen en el estudio detallado de los restos materia- les, como artefactos, construcciones humanas y restos
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