Page 80 - Barbieri. Música, fuego y diamantes
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BARBIERI. MÚSICA, FUEGO Y DIAMANTES
Partitura manuscrita de Pan y toros. RCSMM (B) [cat. 95].
21
Véase Encina Cortizo: Jugar con fue- go. Edición crítica de la zarzuela de Francisco Asenjo Barbieri y Ventura de la Vega. Estudio literario a cargo de Ramón Barce. Madrid, ICCMU, 1992.
22
A. Peña y Goñi: La ópera española..., p. 419.
23
Emilio Cotarelo y Mori: Historia de la zarzuela o sea el drama lírico en España desde su origen a finales del siglo xviii. Madrid, Imp. y Tip. de Ar- chivos, 1934. Ed. facsímil: ICCMU, 2001, p. 335.
24
Remitimos al artículo de Ramón So- brino y Encina Cortizo para el Dic- cionario de la Zarzuela. España e Hispanoamérica, E. Casares (dir.), Madrid, ICCMU, 2004; y a las intro- ducciones de dos ediciones de la obra, ambas publicadas por el ICCMU.
A pesar de la sonoridad hispánica de muchos de sus números musicales, la obra lírica de Barbieri se ve asaeteada tanto por su dependencia formal y literaria de mode- los teatrales franceses, como por su italianismo estilístico, hecho que se manifiesta ya desde el estreno de Jugar con fuego. Eugenio de Ochoa, desde La España, afirmaba que la obra era una verdadera «ópera cómica» (12-10-1851), refiriéndose al texto literario, adaptado por Ventura de la Vega a partir de la comedia en tres actos La Comtesse d’Egmont ou Sont-elles deux? (1833) de Ancelot y Decomberousse21. Sin embargo, Peña y Goñi añade que esta obra «revela al compositor ebrio de admiración por el arte italiano»22. Por su parte, Cotarelo y Mori añade que «el italianismo de Barbieri, si ha existido, fue poco y pasajero»23.
En realidad, la obra consigue un genial equilibrio entre los tres elementos en liza –hispanismo, italianismo y galicismo–, consiguiendo hispanizar una peripecia dramá- tica que el mismo Vega ha madrileñizado, introduciendo numerosos gestos musicales hispánicos, como los que aparecen en la escena coral inicial de la obra y el coro de locos final; así como en la romanza de la duquesa de Medina, «Un tiempo fue», cuya segunda sección, a ritmo de bolero, recurre a los arabescos sobre la cadencia andaluza. Frente a estos elementos, el concertante con coro que cierra el segundo acto es, sin duda, un ejemplo de la mejor escritura lírica española del siglo xix, evidenciando el sólido oficio de compositor que Barbieri había adquirido con Carnicer24 y un pro- fundo conocimiento de los concertantes operísticos italianos de Donizetti y Verdi. En cuando al ámbito francés, la obra no solo lo evoca en lo literario, sino también en algunos elementos sonoros, como el ritmo de vals [n. 6] con que se inicia el acto ii; o la polka que cantan Antonio y luego el coro de locos que burla a la figura del Marqués